El Museo Histórico Martiniano Leguizamón homenajea a todos los que llegaron a estas tierras en busca de progreso, al exhibir postales y objetos de oficios ya desaparecidos o fuertemente transformados por el uso del tiempo. Así, junto al trabajo diverso en el campo, se destaca la labor de sastres, modistas, hojalateros, vendedores ambulantes de diversas mercancías, farmacéuticos, fotógrafos, albañiles, lavanderas, verduleros, almaceneros y lustrabotas. Se trata de un nuevo atractivo, que justifica la visita al edificio de Buenos Aires y Laprida.