El río Paraná desde Bajada Grande es un espectáculo majestuoso. La otra costa lejana, las islas curiosas, el sol escondiéndose detrás de nubes al trote, dibujan un paisaje cambiante que se disfruta en plenitud desde las alturas del viejo muelle. Es verdad, para matear, conversar, pasear o quedarse atónito mirando el horizonte este rincón de la ciudad es especial.