Para los que buscan una pausa en el vértigo, siempre hay un motivo para recorrer Paraná y descubrir nuevas dimensiones en medio de paisajes que creíamos familiares. Pisar huellas ajenas en la arena, desandar decisiones, reescribir historias que vienen mal perfiladas es más sencillo con un río a los pies que contagia serenidad. Fotos: Sergio Ruiz.