En un contexto general en el que en Entre Ríos ha crecido no sólo la población como tal entre los censos de 2010 y 2022 sino también la tasa de variación anual, asoma un proceso de desconcentración urbana en el que cobra preponderancia el crecimiento de centros urbanos periféricos a los tradicionales. Paraná y Gualeguaychú son muy buenos ejemplos. Mirado el fenómeno a escala comunal y municipal, los procesos de migración son constatables, aunque no homogéneos en términos estadísticos.
Los censos permiten obtener datos indispensables para el estudio de la evolución de la población. Los resultados permiten conocer las principales características demográficas y socioeconómicas de la población que reside en el territorio nacional, provincial y local, además de sus condiciones de vida.
Por otro lado, los resultados de los censos son insumos básicos para establecer las partidas presupuestarias que le corresponden a cada provincia, formular políticas y administrar programas en esferas como la educación; la alfabetización; el empleo y los recursos humanos; la planificación de la familia; la vivienda; el desarrollo urbano y rural; la planificación del transporte y la red vial; la urbanización y el bienestar social. Permite asimismo estimar la población con necesidades básicas insatisfechas (NBI) y son la base a partir de la cual se realizan las proyecciones de población.
Los docentes de Uader y UNL, Gustavo Peretti y Javier Gómez, abordan los resultados censales para Entre Ríos desde la perspectiva de la dinámica poblacional. Destacan que, desde 2010 a 2022, el crecimiento demográfico en el territorio provincial es algo superior a la media nacional, lo que ya es una buena noticia, tratándose de una provincia tradicionalmente expulsora.
Los investigadores ponen el acento además en el crecimiento de localidades satélites que rodean a las ciudades. Las razones pueden ser múltiples: un cambio en la preferencia de los residentes por escenarios menos citadinos, pero también pueden influir cuestiones vinculadas al negocio inmobiliario.
Lo relevante es que esas decisiones individuales o familiares y de mercado deben ser debidamente interpretadas para, por ejemplo, profundizar en métodos de gobierno que contemplen una más efectiva planificación en las áreas metropolitanas. A continuación, las partes nucleares del estudio aludido.
De lo general a lo particular
La población total de la provincia de Entre Ríos asciende a la cifra de 1.426.426 habitantes, lo que indica un incremento de 190.432 habitantes durante el periodo 2010-2022 equivalente a 16.559 habitantes por año, cifra que da como resultado una tasa de variación anual por mil de 12,4. Es decir, por cada año durante el último período intercensal se agregaron 12,4 personas por cada 1.000.
Este guarismo es significativamente superior al registrado entre 2001 y 2010 ya que dicha tasa se ubica en 7,2. Cabe mencionar además que, de manera contraria al comportamiento evidenciado en el período anterior (2001-2010) en el cual la tasa de variación anual nacional casi duplica a la provincial, en los últimos doce años el crecimiento demográfico del territorio entrerriano es algo superior al registrado por la media nacional.
Además de estos datos generales a escala provincial, en los últimos días el INDEC difundió datos del Censo 2022 que permiten profundizar en el comportamiento de procesos específicos. Entre ellos puede mencionarse el crecimiento demográfico diferencial en municipios y comunas.
Con el objeto de echar más luz sobre la dinámica poblacional actual de Entre Ríos en los últimos 12 años, se torna relevante observar la situación de cada uno de las comunidades que integran la provincia, de lo cual surge que, como en otros aspectos, las diferencias al interior del territorio. Se busca comprender el ritmo de crecimiento poblacional, es decir la cantidad de habitantes que se han incorporado por año cada 1.000 habitantes.
Los contrastes del dinamismo poblacional
En primer lugar, en el último periodo intercenso, de acuerdo a los nuevos datos del Censo 2022, se detecta que, de 215 municipios y comunas analizadas, 125 registran un crecimiento demográfico positivo y 90 computan menos habitantes en 2022 que los que presentan hace doce años atrás.
Al hacer una observación según su categoría, solo 6 municipios presentan un crecimiento negativo y en los 72 restantes es positivo.
De manera contraria, en las comunas, que son las menos pobladas y no alcanzan los 1.500 habitantes, el 61% decrece poblacionalmente. Las mayores sangrías demográficas se observan en los siguientes distritos ya que entre 2010 y 2022 pierden más de la mitad de su población. Son los casos de: Colonia Carrasco (La Paz), Distrito Talitas y Costa Uruguay Norte (Gualeguaychú), Laguna del Pescado y Pajonal (Victoria), Arroyo Palo Seco (Paraná) y La Fraternidad y Santa Juana (Federación).
El mayor dinamismo y la metropolización
De las localidades entrerrianas que cuentan con más habitantes de los contabilizados en el censo anterior (2010) es posible realizar distintos análisis. Uno de ellos es el ritmo de crecimiento que vienen experimentando. Los datos señalan que ese crecimiento demográfico positivo es muy contrastado. Son sólo 27 (12,5 % del total) los municipios y comunas cuyo ritmo de crecimiento fue mayor a la media provincial (12,4 habitantes cada mil, por año). De ellos, 13 al menos duplican el ritmo provincial. Estas localidades altamente dinámicas son en su mayoría comunas (9), mientras que 4 son municipios. Estos municipios más dinámicos se localizan en el área metropolitana de Paraná y de Gualeguaychú. Estas dos ciudades, que se ubican dentro de las tres más pobladas del territorio entrerriano, han atenuado su crecimiento en favor de una “corona” de localidades que las rodean.
Una muestra de este fenómeno es lo que acontece, en localidades del área metropolitana de Paraná. Se advierte cómo Colonia Avellaneda, Sauce Montrull y Oro Verde presentan un notorio incremento en relación a su tamaño demográfico, diferenciándose de lo que ocurre en el municipio de Paraná. Entre 2010 y 2022 de cada 10 habitantes que incrementa el área metropolitana paranaense que constituye según el INDEC el aglomerado Gran Paraná, casi 5 se localizan en comunidades que orbitan a la ciudad central.
Cuadro 1. Incremento demográfico del aglomerado Gran Paraná entre 2010 y 2022
| Gobierno local | Población 2010 | Población 2022 | Crecimiento poblacional 2010-2022 | Ritmo de crecimiento medio anual (por mil) |
| Colonia Avellaneda | 3.084 | 9.304 | 6.220 | 69,92 |
| Sauce Montrull | 837 | 1555 | 718 | 38,67 |
| San Benito | 9.324 | 16.868 | 7.544 | 36,94 |
| Oro Verde | 4.333 | 7.517 | 3.184 | 34,22 |
| Paraná | 247.863 | 268.889 | 21.026 | 4,78 |
| 265.441 | 304.133 | 38.692 | 11,80 |
FUENTE: Elaboración propia en base a datos de los Censos Nacionales de Población, Hogares y Viviendas 2010 y 2022
Así, las grandes ciudades desconcentran población a sus alrededores y la urbanización se dilata en conjunto con las disponibilidades materiales, necesidades y modos de vida de la sociedad.
Actualmente, ciertos grupos sociales priorizan habitar en entornos amigables con la naturaleza, de mayor tranquilidad y con una mejor calidad de vida, cualidades que se buscan en áreas escasamente pobladas, rurales o donde predomina la naturaleza.
En este contexto, el crecimiento urbano metropolitano adoptó la forma de ampliaciones alejadas de la localidad central y conectadas a través de vías de comunicación, intensificando la movilidad cotidiana que caracteriza a los entornos metropolitanos. Estos datos también reflejan que las grandes ciudades actúan como centros dinamizadores de sus entornos metropolitanos por medio de los procesos de suburbanización y contraurbanización. De este modo, el paisaje urbano se introduce en el rural y se recrean en él algunas de las formas urbanas.
En los departamentos
Al tener en cuenta las cabeceras departamentales, se puede constatar que las más dinámicas, las que agregan por año más de 10 habitantes por cada mil son: Colón (14,32), Rosario del Tala (12,13), San Salvador (12,00), Villaguay (11,15), La Paz (10,68), San José de Feliciano (10,49) y Federal (10,32). Contrariamente, las que evidencian un menor incremento son: Diamante (3,96), Paraná (4,78), Gualeguay (6,09), Villa Paranacito (7,03), Federación (7,07) y Gualeguaychú (7,77).
Esta situación, denota ciertas modificaciones en los patrones territoriales de la dinámica demográfica dada entre 2010 y 2022, ya que se observa una ralentización demográfica en las localidades que en décadas anteriores se presentaban como las más dinámicas, mientras que en localidades que se ubican, con excepción de Colón, en áreas que históricamente fueron expulsoras de población muestran las cifras de incremento más elevadas.
Resulta de interés, además, hacer foco en lo que acontece en el interior de cada unidad departamental. Se puede observar, que mayoritariamente la localidad que registró el mayor incremento demográfico no es la más poblada ni la cabecera departamental. En general se trata de pequeñas localidades, algunas de las cuales circundan a grandes ciudades como son los casos de Colonia Avellaneda y Aldea Valle María con Paraná y de Pueblo General Belgrano con Gualeguaychú.
Cuadro 2. Localidad de mayor crecimiento por departamento entre 2010 y 2022
| Departamento | Localidad | Cabecera departamental | Población 2022 |
| Colon | Colón | si | 31.521 |
| Concordia | Estancia Grande | no | 3.089 |
| Diamante | Aldea Valle María | no | 3.164 |
| Federación | Chajarí | no | 41.713 |
| Federal | Conscripto Bernardi | no | 1.793 |
| Feliciano | San Jose De Feliciano | si | 14.410 |
| Gualeguay | General Galarza | no | 5.784 |
| Gualeguaychú | Pueblo General Belgrano | no | 3.638 |
| Islas | Ceibas | no | 2.551 |
| La Paz | San Gustavo | no | 1.986 |
| Nogoyá | Nogoyá | si | 27.372 |
| Paraná | Colonia Avellaneda | no | 9.304 |
| San Salvador | San Salvador | si | 16.169 |
| Tala | Maciá | no | 8.324 |
| Uruguay | San Justo | no | 2.348 |
| Victoria | Victoria | si | 36.636 |
| Villaguay | Villaguay | si | 41.753 |
FUENTE: Elaboración propia en base a datos de los Censos Nacionales de Población, Hogares y Viviendas 2010 y 2022
Los nombres
Por crisis urbana puede entenderse la reducción del dinamismo económico y demográfico de las ciudades más grandes a favor de las pequeñas y el renacimiento y la refuncionalización del espacio rural. Este proceso se expresa con más peso en las ciudades mayores y de más antigua urbanización.
Esencialmente, el término “suburbanización” describe el proceso de desplazamiento -en concreto, de los residentes urbanos- del núcleo de la ciudad al interior de las afueras. Puede tratarse de suburbios, comunidades rurales cercanas a la ciudad o nuevos asentamientos en la periferia.
Por su parte, el proceso de “contraurbanización” alude a un movimiento desconcentrado de personas y actividades económicas desde las áreas urbanas hacia las rurales. Implica la aceleración de la desconcentración en las áreas urbanas y el consiguiente crecimiento en determinadas áreas rurales.
Ambos despliegues producen descentramientos territoriales, a partir del surgimiento de nuevos centros que tienden a satisfacer las necesidades de los nuevos residentes.
Atender a estos aspectos es clave para orientar satisfactoriamente la dotación de servicios públicos esenciales, como salud, transporte, educación y seguridad, por citar algunos.
