El 4 de agosto de 1812, el Cuerpo cívico de pardos, bajo las órdenes de Andrés Pazos, combatió heroicamente en defensa de la ciudad frente a un nuevo intento de bloqueo por parte de realistas que había logrado desplazarse aguas arriba por el Paraná.
Rubén Bourlot
Especial para EL DIARIO
El 4 de agosto de 1812 los vecinos de Paraná observaban preocupados los barcos realistas estacionados frente al puerto. Temían un nuevo intento de establecer un bloqueo como lo habían intentado dos meses antes.
En esa época los realistas leales al Consejo de Regencia que gobernaba España, en ausencia del rey Fernando VII, resistían en Montevideo bloqueada, con intermitencias, por agua y tierra por el gobierno de Buenos Aires y las fuerzas que respondían a Artigas. En 1812 el gobierno montevideano estaba a cargo Gaspar de Vigodet que sustituía al virrey Francisco Javier de Elío, el último con ese título en el Río de la Plata. Con el objetivo de poder sostener su posición y proveerse de víveres lanzaron sucesivos ataques a la costa de los ríos Uruguay y Paraná, que saqueaban impunemente.
Así en junio de 1812 llegó una flotilla realista que intentó bloquear el puerto de Paraná y desembarcar para conseguir alimentos para la ciudad sitiada. Pronto los paranaenses organizaron la defensa a las órdenes de su Alcalde de Hermandad Andrés Pazos que comandaba el Cuerpo Cívico de Pardos y las Milicias de Entre Ríos, lo mismo que un contingente santafesino, en el cual se encontraba Estanislao López.
FOGATAS PARA ESTORBAR
El Cuerpo Cívico de Pardos había sido puesto bajo el mando del nombrado Capitán Andrés Pazos por el Sargento Mayor Francisco de Vera que era jefe del Regimiento 7 de Infantería creado el 2 de junio de 1812. Tejeiro Martínez (Historia de Entre Ríos) escribe que “durante el bloqueo de los marinos de Montevideo, se ha portado con brillantez en un ataque en que se halló a quema ropa, incitando con su noble entusiasmo a otros vecinos que siguieron su heroico ejemplo.
“Pazo era tan buen patriota como incansable en sus empresas; por la noche hacía grandes fogatas y otros aparatos, en una gran extensión de las costas del Paraná para imponerse a los marinos y estorbar sus repetidas depredaciones toda vez que pretendían desembarcar en busca de víveres.
Posteriormente, con el comisario de Guerra Juan Garrigó, colaboraron en la fortificación de Punta Gorda (Diamante) donde se había instalado una batería para tratar de evitar las incursiones de los realistas.
Dos meses después, el 4 de agosto, las fuerzas de defensa paranaense con la contribución del cuerpo de pardos y cívicos tuvieron que hacer frente a un nuevo intento de bloqueo por parte de realistas que había logrado desplazarse aguas arriba por el Paraná. Los heroicos combatientes, en gran parte compuesto por los que en la época se denominaban “pardos y morenos”, atacaron los buques españoles estacionados frente al puerto y los apresaron. Entre éstos se encontraban unos barcos cargados que venían del Paraguay y que los realistas habían tomado en Colastiné.
NEGROS EN LA DEFENSA
El Cuerpo Cívico de Pardos era una formación de infantería conformada con africanos o sus descendientes similares a los conformados en varias provincias. El origen más remoto de estos combatientes lo hallamos durante la defensa de Buenos Aires en 1806 cuando se conformaron distintas compañías militares para repeler la ocupación de Gran Bretaña. En Santa Fe la compañía de Pardos libres era un cuerpo cívico de infantería, de “nueva creación”, organizado para resistir el posible ataque realista desde Montevideo, y contaba con una fuerza estimada en unos 100 hombres, consigna Leoncio Gianello en su Historia de Santa Fe. Raúl Fradkin y Silvia Ratto escriben en un artículo que la mayoría eran esclavos “rescatados” confiscados a sus amos y que obtendrían su libertad al término de su servicio y también “destinados”, es decir, perseguidos por la justicia acusados de “vagancia” y cuya pena era el llamado “servicio de las armas”.
No contamos a mano con estudios referidos a la población (salvo referencias aportadas por César Pérez Colman) de “pardos y morenos” que residían en Paraná por esa época y que pudieron haber sido incorporados a la milicia pero sabemos de la existencia de un barrio conocido como el Tambor, poblado por descendientes de africanos, situado en las cercanías del templo de San Miguel.
ANDRÉS PAZOS
Pero ¿quién era el tal Andrés Pazos homenajeado por una calle céntrica de Paraná? Se trataba de comerciante nativo de Buenos Aires, especializado en el transporte por el río Paraná que en los primeros años del siglo XIX se había establecido en la ciudad. Su residencia se encontraba ubicada sobre las barrancas en la desembocadura del Antoñico.
A fines del régimen virreinal fue uno de los promotores de la petición para que el pueblo de La Bajada se constituyera en villa, es decir, con autonomía de Santa Fe, logrado mediante el decreto del virrey Cisneros en 1810 aunque sin concretar la constitución del cabildo. Cuando estalló la revolución de Mayo y se constituyó el gobierno provisional fue uno de los que suscribió la nota que por intermedio del cabildo de Santa Fe, prestó la adhesión del vecindario de Paraná a las autoridades revolucionarias.
En 1810 prestó eficaz ayuda a la Expedición al Paraguay comandada por Manuel Belgrano.
En mayo de 1812 fue nombrado alcalde de la Hermandad en la villa de La Bajada y capitán del cuerpo de pardos y cívicos de la misma. Cabe destacar que el primer alcalde de la Hermandad en “la otra banda del Paraná fue nombrado en 1733 cargo que recayó en Santiago Hereñú. A partir de 1810 ocuparon el cargo: Manuel Islas; en 1811 fue reelegido y Juan Garrigó siguiéndole en 1812, Santiago Risso, Andrés Pazos, Diego Miranda y nuevamente Juan Garrigó
El 1 de octubre de 1813, cuando Paraná constituyó su primer cabildo con la categoría de villa, Pazos fue elegido alcalde de primer voto. Desde su cargo se dedicó a ordenar la villa y delinear sus primeras calles.
En 1814, al iniciarse la guerra entre Artigas y el Directorio, su principal campo de batalla fue la provincia de Entre Ríos. Tras el combate del Espinillo (23 de febrero de 1814) se hizo cargo de la comandancia de Paraná Eusebio Hereñú y anuló el Ayuntamiento como institución municipal. Pazos, sin su cargo, en marzo de ese año se trasladó a Santa Fe y luego a Buenos Aires.
Continuó con sus actividades comerciales durante muchos años sin intervenir en política.
Años después, hacia 1840, tras la denominada Campaña libertadora, que encabezó Juan Lavalle contra el gobierno de Juan Manuel de Rosas, fue arrestado, perseguido y su casa saqueada.
Falleció en Buenos Aires en agosto de 1849.
Para seguir leyendo
-Politización miliciana en las compañías de pardos y morenos de Santa Fe: centralismo porteño, autonomía provincial y federalismo artiguista. 1810-1815, disponible en http://portal.amelica.org/ameli/jatsRepo/241/2411015002/index.html
-Más temas sobre nuestra región en la revista digital Ramos Generales, disponible en http://lasolapaentrerriana.blogspot.com/