Se exhibe la tercera película del personaje spin-off de la saga “X-Men”, ahora con Shawn Levy como director y Hugh Jackman compartiendo protagonismo con Ryan Reynolds.
La sinopsis oficial del film nos informa: “Marvel Studios presenta su error más significativo hasta la fecha: Deadpool & Wolverine. Un Wade Wilson apático se esfuerza en la vida civil. Sus días como el mercenario moralmente flexible Deadpool quedaron atrás. Cuando su mundo natal se enfrenta a una amenaza existencial, Wade debe, a regañadientes, volver a vestirse con un aún más reacio… ¿reticente?… ¿más reticente? Debe convencer a un reacio Wolverine de que… Carajo. Las sinopsis son jodidamente estúpidas”.
Mucho antes de traer a Wolverine sobre la mesa, Ryan Reynolds ha contado que una de sus primeras ideas era contar únicamente con un presupuesto de entre 5 y 6 millones de dólares. De esta manera, el film no tendría efectos especiales y se trabajaría con un formato que describió como una road movie (película de carretera) protagonizada por Deadpool y Dopinder, el taxista al que da vida Karan Soni. “Era tan sólo un viaje con algunas cosas que recogimos y vimos en el camino. No estaba pensado para ser una película de evento”, explicó. “Me gustó. Pensé que era algo divertido”, añadió el actor canadiense que, como ya se sabe, terminó descartando la idea por completo cuando el proyecto fue evolucionando.
Un componente crucial para la realización de nueva entrega parte fueron las colaboraciones previas que Reynolds tuvo con Shawn Levy. Levy, cuyo historial de dirección incluye películas como “Una Noche en el Museo”, “Más Barato por Docena” y “Aprendices Fuera de Línea”, mostró inicialmente reservas para unirse al proyecto. “Me ofrecen películas basadas en propiedad intelectual cada semana, y prácticamente siempre las rechazo porque necesito sentir que veo una historia que vale la pena contar”, afirmó el director canadiense. Posteriormente, reevaluó su posición respecto a la dirección de la película y encontró el potencial para desarrollar una aventura. “Con el personaje de Wade, especialmente en combinación con el de Logan, vi esa historia más allá del valor de franquicia”, contó.
“Nos costó hallar una historia que se sintiera original y no derivada de las otras dos películas de Deadpool”, ha explicado. “Tenía que ser merecedora de la primera entrada de Deadpool en el UCM, pero también tener los pies en la tierra porque se trata de una franquicia de superhéroes realista, cruda. Tuvimos idas y venidas”. Y aunque el productor Kevin Feige había advertido a Jackman sobre volver como Wolverine tras el éxito de “Logan”, el actor sintió que una película con Deadpool podría aprovechar el potencial del héroe con garras de nuevas maneras. “Todo me parecía nuevo y fresco”, expresó Jackman. “Y lo compartiría con Ryan y Shawn, que son dos de mis mejores amigos. No hubo un solo día en el que no llorara de la risa. Me sentí tan rejuvenecido interpretando el papel. Llevo 25 años y me siento mejor que nunca”.