Las escalas progresivas de alícuotas, la creación de un mínimo imponible y la estabilidad fiscal para quienes decidan adelantar el pago del impuesto a los Bienes Personales son algunas claves del blanqueo de capitales promovido por el gobierno de Javier Milei. En esta nota, más detalles.
El blanqueo de capitales ingresará desde el lunes en un mes decisivo para su desarrollo. El Gobierno recibirá la primera carpeta de información de ciudadanos argentinos con cuentas en los Estados Unidos; mientras que a fin de mes terminará la primera etapa en la que se permite la declaración de dinero en efectivo. El mercado ya comenzó a advertir dos impactos inmediatos sobre variables de la macro: los depósitos en dólares, que suman a las reservas del Banco Central, y una presión que comprime la brecha cambiaria.
El blanqueo de capitales es una medida que busca regularizar bienes y activos que no están declarados a través del pago de una penalidad, también llamado impuesto especial de regularización. Cabe aclarar que, una vez regularizados, dichos bienes y activos tienen los efectos fiscales según corresponda, como cualquier otro bien.
La medida fue presentada por el oficialismo como una extraordinaria posibilidad de multiplicar las inversiones y reactivar la economía, aunque no todos estén de acuerdo con esta optimista visión.
Para algunos especialistas, la medida busca generar recaudación y también dinamizar la economía. En este sentido, Fernando López Chiesa, socio de Impuestos en Litvin y Asociados explicó a Chequeado que “la idea con el blanqueo es el de dinamizar el dinero no declarado y que está inactivo para poder invertirlo, comprar un bono, comprar o alquilar un inmueble o tener dinero en blanco para aportar a una actividad comercial, un negocio o un capital de trabajo, entre otras”.
Para Carlos Fernández Berisso, CEO de Grupo IEB, uno de los aspectos más importantes del blanqueo son las oportunidades de inversión que el régimen ofrece, ya que abriendo una cuenta comitente especial en un Agente de Liquidación y Compensación (conocidos como agentes de bolsa), el contribuyente que ingresó al blanqueo puede invertir sus bienes en casi todos los activos bursátiles disponibles en el país y disponer de esos fondos a partir del 1º de enero de 2026 libremente sin pagar impuestos”.
Una de las claves de este blanqueo tiene que ver con las escalas progresivas de alícuotas que se deberán pagar en concepto del impuesto especial de regularización. En este sentido, cuanto antes se ingrese al régimen, menor será la alícuota a abonar. Las alícuotas se dividen en 3 etapas:
Etapa 1: hasta el 30 de septiembre de 2024, se abona una alícuota del 5% sobre el excedente de US$ 100 mil.
Etapa 2: hasta el 31 de diciembre de 2024, la alícuota es del 10%.
Etapa 3: hasta el 31 de marzo de 2025, la alícuota asciende al 15%.
Para Fernández, “se trata de uno de los puntos distintivos del blanqueo, ya que el impuesto que el contribuyente debe pagar es considerablemente bajo frente a todos los impuestos y eventuales cargas y procesos que se ahorra”.
Otro aspecto de este régimen es la incorporación de un mínimo no imponible. Sobre este punto, el decreto destaca que los contribuyentes que regularicen bienes por un monto de hasta US$ 100 mil, incluyendo dinero en efectivo, no deberán ingresar el impuesto especial de regularización. Mientras que quienes excedan el mínimo no imponible, deberán pagar las alícuotas sobre los montos excedidos.
Otro aspecto del mínimo no imponible es que los mínimos no son acumulables entre ciertos bienes e inmuebles. Sobre este punto, López Chieza explicó que existen “2 mínimos: hasta U$S 100 mil de dinero en efectivo no se paga el mínimo no imponible, mientras que en caso de tener una propiedad en un monto menor al mínimo no imponible, tampoco se paga la alícuota”.
El tercer aspecto distintivo del blanqueo es lo que se conoce como estabilidad fiscal a partir del pago por adelantado del impuesto a los Bienes Personales. En este sentido, la norma reglamenta la posibilidad de adelantar el pago de dicho impuesto de 2023 a 2027 con una alícuota de 0,45% por año, lo que beneficia al contribuyente al quedar exento de presentar la declaración jurada hasta 2028 y lograr estabilidad fiscal que, en rigor, implica que no se podrán cobrar mayores alícuotas durante ese periodo sobre su patrimonio.
Sobre este punto López Chiesa aseguró, además, que a partir del sexto año “la tasa del impuesto se va a mantener hasta el 2038 en el 0,25% y no va a aumentar, por lo que la persona que entre en el blanqueo sabe cuáles van a ser las reglas de juego y que se van a mantener hasta el 2038”.
Destinatarios
De acuerdo con el texto de la norma, el blanqueo va dirigido a personas humanas, sucesiones indivisas y empresas, sean o no personas fiscales, como así también personas que no son residentes fiscales argentinos.
Para López Chiesa, el blanqueo “puede ser una buena opción para argentinos que cambiaron su domicilio fiscal a otro país, como así también freelancers que trabajan de forma remota para alguna compañía del exterior, que cobran en dólares y reciben sus fondos a través de una billetera virtual”.
Por otra parte, el especialista destacó que el decreto establece la posibilidad de blanquear “todos los bienes e inmuebles en el país o en el exterior, tales como dinero en efectivo, cuentas bancarias, inmuebles, automóviles, criptomonedas y créditos”. También aclaró que “la persona que tiene una cuenta en el exterior no está obligada a repatriarla, ya que puede mantenerla pagando el impuesto correspondiente una vez blanqueada”.
Cabe mencionar que en el artículo 39, la ley establece que quedan excluidos del presente régimen los sujetos que hayan desempeñado funciones públicas en los últimos 10 años desde la fecha de entrada en vigencia del blanqueo.
Entre los que destaca: el presidente y vicepresidente, gobernador vicegobernador, jefe y vicejefe del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, senadores y diputados nacionales, provinciales y municipales, magistrados del Poder Judicial, defensor del Pueblo, ministros del Ejecutivo, embajadores o funcionarios en el exterior y los familiares de todos estos funcionarios, como así también personas condenadas o procesadas, entre otros.
Procedimiento
Si bien los requisitos varían según el tipo de bien o inmueble a declarar, Fernández destacó que en general “en una primera etapa se deberá comunicar una manifestación de interés por blanquear y luego realizar un pago a cuenta del 75% del valor estimado de los activos a blanquear”. Luego de esta primera etapa, agregó que “continúa una segunda en la que se deberá presentar la Declaración Jurada (DDJJ) y cancelar el resto del impuesto”.
Para los que tienen dólares en efectivo sin declarar, López Chiesa destacó que primero se deberá disponer de CUIT y la clave fiscal, abrir una cuenta especial en un banco comercial, que se llama Cuenta Especial de Regularización de Activos (CERA) y que se puede abrir de forma electrónica, a través del home banking o en una sucursal bancaria.
En el caso de quienes quieran declarar dinero en efectivo, una vez concretados estos pasos “se deberán llevar los pesos o dólares que se vayan a blanquear y depositarlos antes del 30 de septiembre, ya que después de esa fecha no se podrá blanquear más el dinero en efectivo” según López Chieza. Al finalizar, el especialista aclaró que se deberá completar una DDJJ.
Para el especialista de Litvin y Asociados, “más allá de los datos a completar, es importante tener una estrategia fiscal, financiera o económica, patrimonial e incluso de planificación familiar sucesoria, ya que esta decisión tiene impacto en su declaración jurada, y es necesario planificar qué efectos va a tener a posteriori desde la carga fiscal”.
Particularidades
De acuerdo con Lopez Chiesa, este blanqueo ofrece ventajas y desventajas en comparación con otras propuestas de gobiernos anteriores. “Entre las ventajas, es un poco más económico que otros anteriores, pero también tiene algunas desventajas, ya que a diferencia del blanqueo que realizó Mauricio Macri, no se puede blanquear bienes a nombre de terceros”.
Fernández también destacó “que es más barato que otros, como el impulsado por el gobierno de Macri, ya que en aquel entonces se empezaba por un 10% y en una segunda etapa un 15%, mientras que en este blanqueo la primera etapa arranca en un 5%”.
Además, destacó que “los fondos depositados en una cuenta comitente pueden ser invertidos en casi cualquier inversión bursátil en la Argentina, algo que el blanqueo de Macri no ofrecía con tanta amplitud”.
Impactos locales
El Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Entre Ríos recibió el martes a representantes de las Cámaras de Senadores y Diputados de la Provincia. La reunión sirvió para intercambiar conceptos sobre los alcances del Régimen de Regularización de Activos, comúnmente conocido como “Blanqueo de capitales”. Además, analizaron los cambios en el régimen simplificado de ingresos brutos al Monotributo, recientemente modificado por la Ley Bases.
Este encuentro estuvo organizado por la Comisión de Estudios Tributarios del Consejo, quienes expusieron sobre el Régimen de blanqueo que establece la Ley 27.743 y la necesidad de adhesión de la Provincia de Entre Ríos de forma inmediata.
Además, se planteó la importancia de adecuación de la escala del régimen simplificado de ingresos brutos en las Categorías I, J, K de servicios.
El presidente del Cpceer, Julio Fochesatto, destacó la predisposición de los legisladores en “participar del encuentro y de trabajar en forma conjunta para facilitar la labor de los Profesionales en Ciencias Económicas en el asesoramiento a los contribuyentes en relación a estas nuevas medidas”.
Participaron los Senadores José Vergara, Rubén Dal Molin y Martin Oliva además del diputado Bruno Sarubi, que preside la Comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuentas.
En representación de la ATER estuvieron la directora de Impuestos Karina Calero y el director de Asuntos Jurídicos Javier Pereyra. Además, participó Maximiliano Fernández en representación de la Vicegobernación. Por parte del Consejo estuvo presente el presidente y también el coordinador de la Comisión Javier Núñez Souza.
