Historia de la Biblioteca de la Facultad de Ciencias de la Educación, un trabajo realizado por Ángel Puebla, Soledad Vitali, y Simón Volcoff, se presentará en la Biblioteca Popular el próximo jueves a las 19. El libro aborda la historia de la Biblioteca de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) y plantea un recorrido desde sus orígenes (1919) hasta 2017.
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Recorrer un siglo a través de la historia de un espacio destinado a los libros y la lectura es el eje de un trabajo que realizaron Ángel Cuenca, Soledad Vitali, y Simón Volcoff, y que presentarán el jueves en la Biblioteca Popular del Paraná (Buenos Aires 256). Se trata de Historia de la Biblioteca de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Entre Ríos.
El libro es el resultado de la investigación que los autores -graduados de Licenciados en Comunicación Social en esa casa de estudios- realizaron entre los años 2018 y 2021. El minucioso trabajo llevado a cabo dio por resultado una tesis de producción. La misma derivó luego en el libro, publicado por Editorial Tinta Libre -de Córdoba-.
En las 316 páginas del volumen, el lector se adentra en un espacio -clave en la vida universitaria- y el movimiento de los libros que ocurrieron en su interior en distintos momentos histórico-políticos de La Argentina.
Con base en la investigación documental y testimonial realizada Cuenca, Vitali y Volcoff describen las distintas etapas en las que la centenaria biblioteca resplandeció y también fue llamada a permanecer en silencio debido a los vaivenes políticos nacionales y provinciales que incidieron en la vida institucional de la facultad y en su dinámica.
En la presentación los autores serán acompañados por el Dr. Sebastián Román, director de la tesis que dio origen a este proyecto y que estuvo a cargo del prólogo. El volumen se encuentra disponible para su adquisición en tintalibre.com
TRAYECTO
“El libro nace de un proyecto de tesis que Ángel Puebla propuso hacer con Simón Volcoff y así conformamos un equipo”, señaló Soledad Vitali a EL DIARIO. Puebla “tenía mucho material y había investigado previamente”. Sobre esa base se comenzó a transitar el camino de la pesquisa y luego la sistematización y aporte de la información.
“Tuvimos que definir qué estilo narrativo íbamos a tomar y cómo volcar toda la información luego del análisis de toda la documentación realizada, para que sea accesible a un público no especializado”, agregó Vitali.
La biblioteca comenzó a funcionar en 1917, en la Escuela Normal, como parte de lo que por entonces era la Facultad de Ciencias Económicas y Educacionales de la Universidad Nacional del Litoral (UNL). En una primera etapa la búsqueda de documentación condujo a los autores a la biblioteca de la Escuela Normal. La búsqueda los llevó también a indagar en la UNL, de la cual Ciencias de la Educación fue parte hasta la creación de la UNER, en 1973.
Durante este siglo de historia, la biblioteca acompañó los avatares institucionales de la institución. Por ello -recuerdan los autores en el volumen- en 1930 al cerrarse la facultad, la biblioteca quedó en la escuela normal y permaneció en ese lugar para consulta de docentes y alumnos. Tras más de dos décadas, al reabrirse la Facultad en 1951, retomó la actividad y pasó por distintas locaciones hasta que fue ubicada en el edificio de Alameda de la Federación 106, por entonces Avenida Rivadavia.
FUENTES
Para poder compaginar el panorama de una historia rica y compleja, los autores recurrieron a los testimonios de docentes y empleados en la Facultad en distintos períodos. Así aparecen las voces de Juan Vilar, Solidario Romero, Silvia Duluc, Hugo Pais, Alberto Mayor, Hipólito Deharbe, María Elena Peraita, Yolanda Darrieux y Juan Carlos Ballesteros.
En líneas generales, se coincide en señalar a la década del 60, del siglo pasado, como un momento particularmente brillante de la casa de estudios y también de su biblioteca. “En ese momento la juventud se abocaba a la lectura y se producían grandes y profundos debates”, destaca Vitali.
Los vaivenes políticos de la primera mitad de los años 70 se vieron reflejados en la vida institucional; y luego de que la Facultad fuera incorporada a la UNER, entre 1973 y 1976, se sucedieron gestiones en la conducción, expresión de diversos sectores, enfrentados por la puja política del momento que vivía el país.
Tras el Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 y hasta 1983 se impuso un férreo control en torno a la circulación de libros y autores. En su transcurso se dieron de baja de los anaqueles de la biblioteca centenares de volúmenes que formaban parte del patrimonio bibliográfico, cuyo paradero se desconoce.
El panorama de esa etapa oscura puede ser reconstruído a partir de aportes que los autores consiguieron en base a documentación que conservó Malena Peraita, actas de actuaciones judiciales que se realizaron en 1984 y testimonios de los protagonistas que vivieron ese momento.
En los últimos capítulos transitan desde 1990 a la actualidad, en la que se desarrolla la rehabilitacion de ese espacio y los desafíos que enfrenta a partir de nuevos modos y formas de leer a la luz de los desarrollos planteados por las Tecnologías de Información y Comunicación, la informática y otros soportes; lo que son las bibliotecas universitarias actuales y el ideal de la biblioteca de comunicación y educación.