Según el informe brindado por la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales (IES), el consumo interno de bebidas sin alcohol creció 3,3% en el primer trimestre del año, respecto de igual período de 2022; mientras que las ventas de cerveza se mantuvieron estables y las de vino registraron una fuerte caída.
En el primer trimestre de 2023, el consumo interno de bebidas sin alcohol (gaseosas, aguas y jugos) creció 3,3% respecto al año previo, con un total aproximado de 9,9 millones de hectolitros vendidos, con un ralentizamiento respecto al ritmo de crecimiento de 2021 y 2022. No obstante, resaltó IES, “las ventas del segmento en el primer trimestre tuvieron el mayor volumen de los últimos siete años para estos meses”.
En tanto, las ventas internas de cerveza exhibieron un descenso de 0,3% en el primer trimestre de 2023, al totalizar 6,6 millones de hectolitros; en los últimos 10 años, las ventas de cervezas industriales mantuvieron un nivel estable.
Por su parte, las ventas internas de vino tuvieron una contracción de 13,6% en el primer trimestre de 2023, con un consumo total de 1,6 millones de hectolitros; en los tres primeros meses, los vinos sin identificar verifican “las menores ventas en al menos 25 años”, consignó el informe.
Para la consultora, “el consumo total de bebidas se amesetará en 2023, siguiendo el estancamiento del consumo masivo previsto para el año”. Y señaló: “Tras crecer durante dos años consecutivos (en 2021 recuperó lo perdido en 2020 por la pandemia), prevemos que el consumo de bebidas se estancará en 2023, aunque con desempeños variados entre segmentos”.
EL CONSUMO DEL VINO
En el caso del vino, añadió el trabajo, la escasez de oferta primaria de uva (por una vendimia afectada por heladas tardías y granizo) y la baja rentabilidad hacen prever “un escenario sumamente complejo para el resto del año”.
“Tras una pobre vendimia en 2022 (la cosecha cayó 12,9%), la producción de uva de 2023 (estimada) sería la más baja en 30 años en 2023, con una contracción de 20,7%, con 15,3 millones de quintales, lo que dejará poca materia prima para abastecer a la industria en 2023”, alertó IES.
La contracción en la elaboración de vinos (18,3%) provocó que en el primer trimestre de 2023, la producción total de bebidas cayó 6,2% respecto de 2022; mientras que la producción de bebidas gaseosas, cervezas y bebidas espirituosas no tuvo variación respecto del primer trimestre de 2022.
Para Alejandro Ovando, director de IES Consultores, “la magra cosecha de uva también afectará la oferta para exportación, en un contexto donde las ventas externas seguirán sufriendo el atraso cambiario”.
En ese sentido, el trabajo indicó que en el primer trimestre de 2023, las exportaciones de bebidas totalizaron US$ 187,2 millones, 14% menos respecto del año previo, mientras que en cantidades, los despachos totales de bebidas cayeron 31,5% en estos meses.
Las exportaciones de vinos en volúmenes tuvieron una caída de 25,5% en el acumulado a marzo (tras caer 18,9% en 2022), mientras que en valores, las exportaciones de vinos tuvieron una contracción de 11,4% y totalizaron US$ 156,2 millones en el año.
Por otra parte, en el primer trimestre se importaron bebidas por US$ 20,3 millones, 21,2% menos que hace un año (tras crecer 20% en 2022), mientras que en volúmenes cayeron 63,7% (7,8 millones de litros).
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