Por la ruta de los sueños, un libro escrito que refleja una travesía por la ruta que recorrió Ernesto Guevara en su juventud a través de América, se presentará hoy a las 20.30 en una peña del encuentro que se realizará en el Salón de la Asociación Trabajadores del Estado. El volumen fue escrito por dos entrerrianos y dos uruguayos que se encontraron para concretar la travesía.
“El viaje fue como una escuela, donde aprendimos un montón de cosas. Este tipo de experiencia suelen hacerla los jóvenes, que se calzan una mochila para salir a recorrer el continente. Para nosotros poder haberlo hecho expresa una llama que siempre se mantuvo viva. Porque es algo que siempre quisimos hacer y por distintas razones no habíamos podido”.
Ricardo Rodríguez resume en sus palabras el saldo de una experiencia que cuatro personas con un anhelo de su juventud pudieron concretar. Dos entrerrianos y dos uruguayos que se encontraron para recorrer los lugares que, en su juventud y antes de ser reconocido en el mundo, realizó Ernesto Guevara.
“Nos fuimos encontrando y pudimos hacer esa conexión entre los cuatro”. Agrega Lole, como lo conoce la gente. Los protagonistas del periplo fueron, además del gestor cultural, el docente paranaense Tomás Caíno, y los montevideanos Oscar Silva y Oscar Mugica.
El viaje que realizaron los cuatro sexagenarios entre el 8 de mayo y el 20 de junio de 2017, quedó plasmado en Por la ruta de los sueños, libro que se presentará hoy a las 20.30 en una peña del encuentro que se realizará en el Salón de la Asociación Trabajadores del Estado (Colón 59).
La travesía insumió 42 días por Paraguay, Bolivia, Perú, Chile y Argentina en la cual visitaron lugares que había visitado Ernesto Guevara en su juventud.
En sus 170 páginas el libro reúne distintos aspectos y temáticas, fundamentalmente lo que tiene que ver con la estadía en Bolivia, de quien luego sería el Che. También experiencias y emociones que provocó a los autores transitar por senderos y lugares de la América profunda.
La iniciativa, reconoce Rodríguez a EL DIARIO, “fue un aprendizaje de convivencia, porque fueron jornadas en las que cuatro personas, que prácticamente no se conocían previamente a la experiencia, tuvieron que sortear juntas para lograr un objetivo exitosamente”.
APRENDIZAJES
El libro “ha sido un gran esfuerzo para nosotros, sobre todo porque no tenemos la técnica para escribir, y más allá de lo vivencial queríamos que tuviera la cuota literaria necesaria para que este trabajo haga honor al tema y al personaje que reconoce”, agregó el gestor cultural.
Además constituyó una experiencia de aprendizaje. “Convertimos muchos acontecimientos difíciles en hechos positivos”, añade. Entre otras tantas anécdotas, Rodríguez recuerda: “estábamos a punto de ingresar a La Argentina desde Chile por San Pedro de Atacama, a través del paso de Jama. La nevada era incesante. No quedó más que esperar hasta que dejara de nevar. Durante ocho días tuvimos que estar allí, hasta poder seguir. A eso que fue un contratiempo no previsto, lo convertimos en algo positivo, y la aventura siguió”.
En ese sentido, los autores aceptan que el periplo les posibilitó realizar “aprendizajes en todo sentido, con la idea de que en la vida siempre hay que estar abierto a las nuevas posibilidades que nos presenta para crecer”.
MENSAJES
“Hay momentos en que podemos hablar de momentos de Ernesto Guevara, antes de la revolución cubana y luego después, cuando deviene el Che”, expresó Rodríguez a EL DIARIO.
En la mayoría de las imágenes que se difunden, se ve a Guevara con vestimenta militar, con un arma. “Sin desconocer ese costado, lo que pretendemos con este libro es rescatar el carácter humanista de Guevara, su amor a la humanidad, a la solidaridad entre los pueblos del mundo, a la defensa de la dignidad de las personas. Son las enseñanzas que queremos resaltar. Tenemos claro que los contextos sociales y políticos entre el momento en que él fue protagonista –los años 50 y 60- que no es el mismo que tenemos hoy”.
Por otro lado, Lole Rodríguez acepta que “si bien íbamos con conocimiento de la biografía de Guevara, porque habíamos leído sus libros y visto films desde nuestras juventudes, lo que podemos decir es que una cosa es haber leído y otra muy diferente es haber visitado esos sitios, tener referencia directa de esos lugares donde él paso”.
El lugar emblemático del extenso trayecto fue visitar La Higuera, pequeño caserío al suroeste del departamento de Valle Grande, en la Quebrada del Churo, donde Guevara es capturado y luego asesinado en La escuelita, el 9 de octubre a la mañana.
Charlar con vecinos del lugar, personas adultas muy mayores, que estuvieron en el lugar de los hechos que acontecieron hace 56 años, resultó movilizador para el grupo. “Ellos vieron como la calma serrana se transformaba en un torbellino de aviones, helicópteros, tierra, heridos, sangre, camiones. Y el destino final que se le dio al cuerpo de Guevara, en el basural de Valle Grande. Obtener los testimonios de esa gente fue algo muy emotivo”.
Como detalle relevante, cabe señalar que el prólogo del trabajo ha sido escrito por Carlos Calica Ferrer, quien junto a Alberto Granados, cuando Guevara era Ernesto, realizó diversos viajes por Argentina.
“Calica Ferrer tiene 96 años y es un honor que haya decidido sumar su prólogo, que es un aporte. Para nosotros, como autores, es una satisfacción que él diga que nuestro libro guarda rigor con la verdad histórica”, sostiene con orgullo Rodríguez.
Y concluye: “A 60 años de ya no estar el Che, para muchos sus ideas de libertad, de cambio profundo, de transformación para bien de los pueblos y los países, no sólo siguen siendo necesarias, sino urgentes”.
Los artistas
La presentación del libro prevista para esta noche se dará en el marco de una peña del encuentro en la cual los autores serán acompañados por artistas que se sumaron. De ese modo la velada contará con la participación de “muchos y buenos” artistas de la ciudad. Participarán la bandoneonista Miriam Gutiérrez, la cantante Maria Silva, el bandoneonista y guitarrista Sedil Toledo, el acordenista Juan Manuel Bilat, Lusera Trío, Piquete Cimarrón y el dibujante Jaimo.
