Pese al terreno que parece haber ganado el consumo doméstico de cine y series, una encuesta nacional corroboró que más de la mitad de la población argentina leyó al menos un libro en los últimos meses, un 7% más que hace 5 años.
¿Cuáles son los hábitos culturales de los argentinos y las argentinas? ¿De qué manera nos relacionamos con la música, la literatura, el cine o el teatro? ¿Con qué frecuencia asistimos a eventos culturales? Estos interrogantes suelen ser respondidos de una forma que hace suponer que la cultura digital desplaza de manera irremediable aquellas prácticas propias de la cultura analógica, como leer un libro en papel, asistir a salas de cine y teatro, o presenciar espectáculos de música en vivo. Ese extendido prejuicio empuja a sospechar que los ciudadanos tienen cada vez menos interés en las noticias, en tanto productos sociales que dan cuenta de la vida en comunidad. De esta manera, la ilusión de que la cultura digital constituye por sí misma ciudadanos individualistas, indiferentes de lo que ocurre a su alrededor, más interesados en producciones globales que en realizaciones nacionales, parece quedarse sin fundamento. Sobre todos estos asuntos se discurrió en una reunión en la que se presentó una encuesta nacional que refleja los consumos culturales de Argentina en los últimos 10 años.
Del acto realizado en el Centro Cultural Kirchner, participaron el ministro Tristán Bauer, el coordinador del Sistema de Información Cultural de la Argentina, Federico Bonazzi, y Julia Houllé, directora nacional de Planificación y Seguimiento de Gestión.
Aún en la cultura digital, la asistencia a salas se mantiene en los mismos niveles. FOTO: Melina Londero.
Contextos.
El informe presentado incorpora como novedad el análisis de la digitalización en todos los ámbitos y la posibilidad de comparar una década signada por la pandemia y el boom de las plataformas. La encuesta anterior había sido presentada el año pasado con el análisis de los resultados obtenidos en 2017, mientras que las conclusiones divulgadas recientemente surgen de un relevamiento concretado entre noviembre de 2022 y enero de 2023. Entre uno y otro trabajo de campo se evidencia que la mayor utilización de las plataformas digitales y el advenimiento de la pandemia desencadenaron fenómenos culturales novedosos y marcaron nuevas tendencias.
El relevamiento dejó algunas inclinaciones alcistas que en algunos casos destierran mitos y en otros relativizan el peso de algunos fenómenos. Una de las conclusiones más alentadoras es que pese al avance de una cultura audiovisual que ordena el consumo a través de plataformas como Netflix, Amazon o Star, entre otras, la lectura ganó terreno en los últimos años. Mientras en la encuesta realizada en 2017 aquellos que afirmaban haber leído al menos un libro en el último año se computaban en el orden del 44 %, según el último relevamiento presentado trepan al 51 %.
También el consumo de noticias por parte de los argentinos registró un incremento del 57 al 68 % en el mismo lapso, un crecimiento que según los analistas está asociado a la aparición de las redes sociales como proveedoras de información. Con menos impacto, pero sin dejar de ser optimista se pueden leer los índices de asistencia al cine en un tiempo donde se creía que las plataformas se iban a quedar con el monopolio de espectadores: un 36 % sigue prefiriendo ir a las salas de exhibición, contra un 35% que lo hacía en 2017.
En esta oportunidad, se obtuvieron los datos de una población de personas de 13 años en adelante, residentes en hogares particulares en aglomerados urbanos con más de 30.000 habitantes. Lo interesante es que el cuestionario mantuvo 93 preguntas de las ediciones anteriores, por lo que es posible comparar dos períodos. Además, se caracterizó por una perspectiva federal al juntar información de siete regiones del país: Ciudad de Buenos Aires, el Gran Buenos Aires, la zona del Centro, Noroeste y Noreste argentino, Cuyo y Patagonia.
En el relevamiento, que tomó una población de 3.380 casos, trabajaron equipos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos junto a instituciones académicas como la Universidad Nacional de San Martín y el Centro de Investigaciones en Estadística Aplicada de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, entre otras que articularon el trabajo de campo y el procesamiento de datos.
Cultura audiovisual.
¿Cómo mira la televisión la población argentina y qué programa es el predilecto? Según la encuesta, un 91 por ciento de los argentinos consume programas. La mayoría mira televisión de aire o cable a través del televisor y prefieren los programas informativos. Sin embargo, la utilización varía según la edad. Mientras que quienes tienen 65 años o más miran en un 98% televisión, el porcentaje desciende en los jóvenes de entre 18 y 29 años con un 84%.
Algo similar ocurre con la radio: quienes tienen entre 50 y 64 años conforman el rango etario que más realiza este consumo y quienes tienen entre 13 y 17 se ubican en el extremo opuesto. “Aparece como novedad la escucha de podcast que alcanza un 13% de la población” y también “la escucha de audiolibros”, advirtió Houllé.
¿Qué tanta importancia le dan a la música los y las argentinas? ¿Qué géneros eligen? “La música es uno de los géneros más expandidos”, precisó la directora nacional de Planificación y Seguimiento de Gestión. Los géneros musicales favoritos fueron la cumbia y el reggaetón con un 62%; el rock nacional con un 59% y el folclore argentino en tercer lugar con un 48% a diferencia de hace 10 años atrás, cuando el género preferido era la música romántica y el folclore.
“Un dato destacable y que habla de la potencialidad de la encuesta es que la música en vivo se consume igual en todo tipo de tamaños de ciudades del país”, indicó Federico Bonazzi sobre un proceso de “homogeneización” detectable en el caso de la música en vivo.
Encontrarse es una de las prácticas vinculadas a los consumos culturales.
Volver al papel.
En el campo literario, se obtuvo el dato de que “la mitad de la población leyó al menos un libro el último año”, lo que evidencia una población lectora y la mayoría lo hizo con el fin de “entretenerse”. “Quienes tienen entre 13 y 29 años son los grupos etarios que más leen, con porcentajes de lectura de 77% y 58% respectivamente”, arrojó la encuesta. Entre los géneros más leídos se encuentran los de narrativa en primer lugar, juegos -textos escolares y en tercer lugar libros de historia.
Una potencialidad de la encuesta es “ayudar a indagar sobre los contenidos producidos en el país”. “Vemos que el 11% de la población vio durante el último año una película nacional en el cine, el 72% vio contenidos nacionales en plataforma, el 25% asistió a algún recital de artistas nacionales y el 23% de la población leyó algún libro de un autor o autora nacional”, señaló Houllé.
Con respecto a la elección de las películas y series, las más elegidas en las plataformas digitales son los géneros acción, aventura y comedia. La encuesta arrojó que el 42% lo hace a partir de la propuesta de los algoritmos de las plataformas, una publicidad o por los avances. Según los datos que presenta la encuesta, “el 65% de la población utilizó plataformas audiovisuales, siendo Netflix la más popular” y “el 50% paga por esa plataforma”.
Otra de las líneas de análisis que se desprende es la utilización de Internet. En el 2013, “el uso de internet estaba vinculado a estar quieto en el hogar” mientras que, con el uso masivo de celulares, “hubo una deslocalización de las prácticas culturales”. En Argentina, está extendido mirar una serie, escuchar música, o leer desde los celulares.
La década.
“¿Qué pasó en los últimos diez años? Sin duda, que no es menor, una pandemia que transformó nuestras prácticas y también la forma de producir y monetizar esos consumos. Y aparecen nuevos actores clave como las plataformas. Entonces, la invitación es a pensar a partir de estos datos cuáles son y cómo intervienen”, reflexionó Houllé. En ese sentido, indicó que “en los sectores de nivel socioeconómico alto es de un 84% y en los niveles socioeconómicos más bajos es de un 54%”.
Sin embargo, aunque el consumo a través de las plataformas ya es un fenómeno instalado, hay todavía una fuerte asistencia presencial a los eventos culturales. “Aparece que por vía pandemia y vía post pandemia, la recuperación de la vuelta a la presencialidad y que además aparece con valores más altos que en la edición anterior”, indicó Bonazzi y se detuvo en el cine que alcanza a más de un tercio de la población. “La hipótesis de que la disponibilidad de oferta audiovisual va en detrimento, a priori, no se verifica”, remarcó.
“Los centros deportivos, sociales y religiosos son los que mayor participación alcanzan. Entonces, con este tipo de consumo podemos observar que la digitalización en muchos casos se complementa o impulsa”, acotó Bonazzi.
¿Qué aportes pueden hacer todos estos datos para comprender los cambios en la cultura en estos últimos diez años?
“En principio, en términos de políticas públicas permite indagar dónde están las brechas de acceso y la importancia del Estado para achicar esas brechas. Otra de las utilidades es visualizar los actores para entender quiénes generan los contenidos, cuántos se generan y poder reflexionar sobre eso en torno a las necesidades que el Estado genera”, explicó Houllé, antes de ejemplificar con que “aunque puede haber una extranjerización de las producciones, más del 70% de la población accedió a contenidos argentinos a través las plataformas”.