La urgencia humana de narrar atraviesa los laberintos del tiempo y el espacio. Desde las pinturas rupestres, la idea de dejar una huella de la experiencia ha reconocido múltiples lenguajes. La danza es uno: un arte que expresa sin pronunciar palabra. En Odette, por ejemplo, se aborda el dilema en torno a los proyectos y los renunciamientos, lo que puede resultar valioso pensar ya se trate de propuestas amorosas, laborales o artísticas. La obra acaba de obtener el primer premio en el Salón Municipal, con coreografía a cargo de Viviana Vergara y la dirección general de Lorena Bello.