jueves , 21 noviembre 2024
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Quiroga ante el desafío de una Paraná turística

Marcelo Quiroga es el titular del Centro Comercial e Industrial de Paraná y miembro del Ente Mixto de Turismo (Empatur). Foto: Sergio Ruiz.
Marcelo Quiroga hace 35 años que se radicó en Paraná. Llegó desde Buenos Aires, con la misión de observar la ciudad y definir qué negocio se podía abrir en el microcentro. Un bar que fue muy bien aceptado en la comunidad y que lo vinculó con el comercio y el turismo de la capital provincial. “Si crece el turismo llegan las inversiones, porque a nadie se le va a ocurrir invertir si no hay gente”, dijo durante el diálogo con BIEN!

Marcelo Quiroga tiene 62 años, nació en Tucumán pero vivió en Buenos Aires desde donde llegó a Paraná en 1988. Lo hizo motivado por su padrastro, que lo invitó a compartir una actividad económica en la ciudad. El joven que era estudiante de Diseño Gráfico en la UBA, se instaló en un departamento frente a la Plaza 1° de Mayo, y ante el desconcierto sobre cuál podría ser el rubro a emprender se dedicó a observar la ciudad y los comercios. En la charla con BIEN! en Live Rock, recordó alguna anécdota y la mala atención que recibió una mañana en una cafetería tradicional, que lo llevó a decidir que un bar, un pub podría ser muy bien aceptado en la sociedad y así fue. El 13 de agosto el emprendimiento gastronómico, que está instalado frente a donde comenzó, cumple 35 años. Su capacidad y su espíritu inquieto, lo tienen actualmente como presidente del Centro Comercial e Industrial de Paraná y miembro del Ente Mixto de Turismo (Empatur).

Marcelo Quiroga dijo a BIEN!: “Ser emprendedor es levantarse todas las mañanas pensando en que sea un buen día, que haya movimiento, que la gente salga y que pueda gastar”. Fotos: Sergio Ruiz

–¿Cuándo conoció Paraná?

— De adolescente, a los 17 años acompañando a mi viejo, mi padrastro, que los fines de semana tenía por costumbre venir en auto y recorrer las tiendas de ropa que tenía en Rosario, Santa Fe y después cruzábamos a Paraná. Acá era dueño de Globus, que estaba en toda la planta baja del edificio Rosembrock, allá enfrente, -señalando la esquina de Peatonal y España.

En el 88 me habla el viejo Tito, el esposo de mi mamá, y me dice que iba a cerrar la tienda de acá, y que quería poner otra cosa conmigo, que me fije qué podía ser. Me encantó la idea de hacer una sociedad con él, era un sueño para mí porque era un poco mi ídolo. Fue el tipo que me enseñó todo lo que yo sé hoy. -dijo emocionado.

–¿Cómo se decidió por un bar?

–Un domingo a la mañana temprano bajo a desayunar, me siento sobre la Peatonal, y había un mozo, de chaqueta desabrochada que me atendió horrible. Tuve que rogarle que me alcanzara el café porque estaba leyendo el diario, me hablaba con un escarbadientes en la boca, muy desagradable. Subo al departamento y se me ocurre que podíamos hacer la diferencia con un bar y buena atención. Así fue que lo convencí al viejo, que no quería saber nada, decía que no conocíamos ese rubro, que no podíamos competir con lo que ya había de tanta tradición. Pero insistí, llamé a un amigo de Buenos Aires, Marcelo (Barsuglia) y arrancamos, inauguramos el 13 de agosto de 1988. Después se sumó mi hermano Paul, los tres somos los responsables de esto que es una sociedad anónima.

–Floyd fue una propuesta innovadora para la ciudad de Paraná, que llamaba la atención desde la calle por su color rosado…

–Con otro amigo arquitecto nos pusimos a dibujar planos y le presentamos el proyecto al viejo y le gustó. Entonces, nos inspiramos en algunos pubs de Buenos Aires, a los que íbamos muchísimo con Marcelo. Así surgió Floyd, paredes de ladrillo visto para las que compramos 50 cuadros de distintos, jugadores, artistas, de todo. Los primeros dos años de Floyd tuvimos abierto las 24 horas, y acá nos quedamos.


La ubicación

–Los paranaenses han adoptado este lugar…

—Sí, más allá del servicio que nosotros prestamos, tratamos de estar constantemente actualizados en lo último que hay no sólo en gastronomía, sino en decoración y en ambientación gastronómica. Pero también, tiene que ver muchísimo dónde estamos, en una esquina con la entrada ahí mismo. Si nosotros corriéramos la entrada sobre la Peatonal o como está la entrada de Coliseo en 25 de Mayo, el bar no tendría la concurrencia que tiene.

–¿Se puede sostener un comercio en la ciudad de Paraná?

–Sí, creo que todo pasa por la cabeza de los titulares de los comercios. De hecho, hay comercios históricos como el de la familia Benítez con Beter, que van por la tercera generación y son exitosísimos. En medio de la pandemia le encontraron la vuelta porque la gente no llegaba al centro y deslumbraron a todo el mundo poniendo sucursales majestuosas en los barrios. Eso es gente que entiende el mercado, que tiene una lógica que no ha cambiado y que han permitido a través de los herederos la impronta de la cabeza nueva, fresca. Como cuando Tito aceptó la propuesta de cambiar de rubro.

Los precios

“Al poco tiempo de instalarnos acá nos vino a ver Carlitos Bracco, que era el dueño de Los Alpes y en aquel momento era el presidente de la Asociación Hotelera Gastronómica de Paraná y nos invitó a participar. Al principio tuvimos un intento fallido porque no estábamos de acuerdo con algunos códigos gastronómicos. En ese momento, sostenían que el comercio que estaba en el centro tenía que cobrar más caro, y a medida que te alejabas del centro los precios eran más baratos. No estaban de acuerdo con nuestros precios, discutí con un comerciante de la Terminal, le agradecí a Carlitos la invitación y me fui. Pero al año volvimos, limamos asperezas y seguimos con la misma filosofía. Yo hago mis números y saco los precios, que debe estar acompañado de la calidad de la mercadería y de la buena atención”, enfatizó el comerciante.

Dirigente

Marcelo Quiroga es el presidente del Centro Comercial e Industrial de Paraná. “Tuve un primer período breve, había asumido porque Jorge López, que era el presidente estaba imposibilitado de continuar. Se convocó a una asamblea y fui electo pero por un periodo corto. Después se renovó mi periodo, y en marzo de 2024 tengo que convocar a elecciones. En esto es fundamental que entiendas de qué se habla, que tenga representatividad y para eso hay que conocer el comercio. Hay que saber lo que es pagar sueldos, levantarse todas las mañanas y que conozcas los costos de abrir la puerta del comercio porque hay un costo fijo que tenés que asumir todos los días. Hay toda una complejidad detrás de la responsabilidad de poner un comercio, que muchísima gente desconoce y por ahí no entiende. Ser emprendedor es tener una idea y jugársela, buscando tener éxito y ser independiente. Cuanto más crecés, más responsabilidades tenés, más plata ganás pero mayores son tus gastos y tus responsabilidades ante el fisco, ante terceros que te proveen de mercadería. Entonces, todas las mañanas uno se levanta pensando que sea un buen día, que haya movimiento, que la gente salga y que pueda gastar. Hoy está complicadísima la situación a nivel país”, afirmó.

Quiroga dijo que “el compromiso es ir y pelear, de plantarte ante un funcionario público cuando las medidas que están adoptando perjudican al sector, como las altas tasas de ingresos brutos, los impuestos distorsivos que se aplican sobre las tarifas de luz y gas, un montón de cosas que uno tiene la obligación de reclamar”.

–¿Hoy cuál es la preocupación de los comerciantes?

–La inflación, en primer lugar, porque no hay previsibilidad; la alta carga impositiva que no solo tenemos en la provincia sino en todo el país; y la industria de juicio que hace que te dé miedo tomar un empleado.

Turismo

Con respecto al turismo en la ciudad de Paraná, Quiroga afirmó: “Está creciendo de a poco. Nosotros desde que llegamos a Paraná siempre empujamos junto con otras entidades y otros referentes, con los que hoy conformamos el Ente Mixto de Turismo de Paraná (Empatur)”, comentó.

En relación al turismo que se observa en la capital provincial dijo: “Viene mucha gente de otras localidades, no solo entrerrianas sino santafesina también, a pasear y a disfrutar de una tarde, de un paseo en lancha, de un cruce al islote Curupí, de un paseo en el bus, y de paso van a las termas de María Grande y al Parque Nacional del Pre Delta en Diamante”, destacó.

Luego, agregó: “Todos sabemos a dónde queremos ir, hacia una Paraná turística. Necesitamos que haya turismo para que vengan las inversiones, una cosa trae la otra y para esto necesitamos un parque acuático que atraiga más gente. Para ofrecer un producto que nos traiga más gente que venga a divertirse, que el verano explote y que haya muchas familias”, anheló.

Paraná

“Cuando se hacen las cosas bien hay que reconocerlo, por más que sea de otro partido político. Se han hecho muchas obras en Paraná, y aún faltan otras pero una gestión no se puede hacer cargo de falencias de 200 años”, remarcó Quiroga.

Bio

Marcelo Quiroga nació el 18 de noviembre de 1961 en San Miguel de Tucumán, pero vivió en Buenos Aires. Es hijo de Héctor Quiroga (fallecido) y de Alicia Tisera de Falavella. Tiene dos hermanos menores, Paul Quiroga y María Fernanda Falavella. Está casado con Rosario Andereggen. Es papá de Facundo, Juan Manuel y Emilia; y “padre del corazón” de Paula y Francisco.

Se desempeñó como secretario de Turismo y Deportes de la Municipalidad de Paraná (2015-2019). Es el presidente del Centro Comercial e Industrial de Paraná y miembro del Ente Mixto de Turismo Paraná (Empatur).

Actualmente, Marcelo Quiroga junto con su hermano Paul (secretario de la Cámara de Comerciantes del Microcentro de Paraná) y Marcelo Barsuglia (presidente de la Asociación Hotelera Gastronómica de Paraná) son los responsables de Live Rock, una sociedad anónima que cuenta con 50 empleados.

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