El legendario y multifacético, Daniel Melingo tocó y cantó por primera vez en Paraná y antes de cerrar el show, prometió volver a la ciudad. Hizo un repertorio de 18 temas reversionados de toda su prolífica producción, luego volvió para agradecer al público, cantó a capella Música beat del disco ¡Ufa! y se retiró.
Mónica Borgogno
“Superó todas mis expectativas, ¡qué show dio!”, dijo uno de los asistentes al recital de Daniel Melingo mientras esperaba que el artista le firme el CD con sus últimas composiciones.
“Esperemos que se toque un tango”, dijo una conocida cantante de la ciudad, antes de que diera inicio el concierto que tuvo lugar este sábado en Tierra Bomba, en calle Urquiza.
Y en efecto, no faltaron los tangos reos, inclasificables y únicos que hace este multifacético artista, más otras canciones igualmente atravesadas por el rock, el reggae y otras tantas fibras diversas. Fue un repertorio que repasó temas de su extensa trayectoria.
El cantautor, multiinstrumentista, fundador y pieza clave de Los Abuelos de la Nada y Los Twists, integrante de la banda de Charly García en el 84 entre otros hitos de su trayectoria, también actor, llegó por primera vez a Paraná para actuar junto a músicos de excelencia. En batería estuvo Fernando Samalea (baterista con Charly García, Gustavo Cerati, Andrés Calamaro, Illya Kuryaki & The Valderramas, Joaquín Sabina, Draco Rosa, Fabiana Cantilo, Calle 13, Hilda Lizarazu, entre otros), y Juan Ravioli en bajo eléctrico, otro músico versátil, cantautor y productor que forma parte de una nueva camada de músicos que renueva el panorama de la música argentina.
También compartió escenario con su hijo músico Félix Melingo Torre que lo viene acompañando en los coros, en sus últimos espectáculos.
Con estos tres músicos, el recital regaló un gran paseo por un repertorio histórico y personal, tal como definió el artista.
A puro disfrute
La vieja casona en donde se hizo el recital, se fue llenando de a poco. Si bien estaba anunciado a las 21 y todos especulaban con que comenzaría mucho más tarde de lo que ocurrió, hacia las 22 comenzaron a sonar los primeros acordes y así arrancó una verdadera y cálida fiesta. Se bailó, se coreó colectivamente guiados por Melingo, también hubo fotos, se filmó, se jugó con el artista. En fin, se disfrutó.
Cuando Melingo anunció que se venía el anteúltimo tema, y luego el último, la gente empezó a pedirle que haga El tango del vampiro o Las flores de Paraguay, entre otros.
El músico agradeció y emprendió la retirada al camarín pero al rato volvió solo al escenario “para agradecer” y sorprendió cantando a capella Música beat del disco Ufa! Ese tema cuya letra dice así:
Unos chantas amigos me invitaron
a escuchar discos a un lugar pituco
me sirvieron whisky y comenzaron
a darle leña a un tango de Pichuco
Era pa que entrara por el aro
porque poco después puso un cretino
canciones de los Beats y les declaro
que la sufrí como un tormento chino
Era un ruido de cuerdas que mataba
un tono y dominante insoportable
el cantor era un rope que ladraba
y todos lo encontraban formidable
Esa moda que a mi me reventaba
a ellos les hacía erizar la piel
ninguno de estos turros yo pensaba
habrá escuchado un disco de Gardel.
“Respecto a la experiencia de presenciar un show en vivo contamos con la variable interesante y única de vivir el presente. Cada show es único e irrepetible. Los dados están echados”, había anticipado. Y no defraudó.
Temazos
“Uh, un temazo”, se escuchaba ni bien arrancaban las primeras notas de Corazón & Hueso o La canción del linyera, por caso.
Casi sin respiro, hizo 18 temas al hilo, como se dice, presentó a los músicos que lo acompañaban y mostró sus dotes actorales ante una divertida y renovada versión de su tema Narigón.
Se escucharon y reconocieron temas de su discografía de Tangos bajos (1998), Santa Milonga (2004), Linyera (2014), ¡Ufa! (2003) o de su último disco Oasis (2020), entre otros.