Sostienen que los denunciados continúan con la apropiación de terrenos que no son de su propiedad y que, incluso, los siguen ofreciendo de manera indiscriminada a la venta. Los lotes están ubicados en la zona noreste de Paraná.
José Velázquez, que representa los intereses de los condóminos Armándola y hermanos Folonier, presentó ayer una ampliación de la denuncia que formalizó ante la Unidad de Atención Primaria en Tribunales, el 25 de julio de 2023. Fuentes judiciales indicaron a El Diario que, en la nueva presentación, los denunciantes señalaron que las ocupaciones, presuntamente indebidas, continúan, como así también la conducta de algunos supuesto usurpadores, que siguen ofreciendo terrenos que no son de su propiedad, a la venta.
ACEITADOS. En la ampliación de la denuncia originaria, a la que accedió El Diario, se sindicó a “Héctor Eduardo Chiarelo, como la persona que “sigue vendiendo terrenos de propiedad de Armándola y los Folonier”. La denuncia ubica geográficamente los lotes: “Los cuales se encuentran ubicados en calle Londero al final, mano derecha, donde se encuentran colectivos desarmados”. Según los denunciantes, la conducta de Chiarelo se vería favorecida por los “aceitados vínculos con funcionarios municipales y de Vialidad provincial; es socio Deharbe, Cristian, dueño de la sodería Deharbe de nuestra ciudad”.
PLAN. También se destacó que “la semana pasada, entre el 11 y el 17 de agosto del corriente año, el señor Héctor Chiarelo, en pleno conocimiento de que no es de su propiedad el terreno que usurpó, le vendió mediante boleto de compraventa a CH…”. En este sentido, señalaron: “Creemos que las ventas de lotes indiscriminadas responden a los intereses de un empresario, a quien aún no conocemos, quien quiere desarrollar un plan inmobiliario turístico”, y entendieron que “en este caso, el hecho se encuadra en el artículo 173 inciso 3, que dice: ‘El que defraudare, haciendo suscribir con engaño algún documento’”.
La ampliación también comprendió a “Arener, Walter”, de quien se indicó que “tiene la Distribuidora Arener SRL, quien tiene un rol preponderante en dicha zona y se encarga de ofrecer terrenos los cuales no son de su propiedad”. En este caso, entendieron que el denunciado también incurriría en los alcances del artículo 173 inciso 3.
EVIDENCIAS. La ampliación añadió la solicitud de producción de nuevas evidencias, entre las que se encuentra “constatar que en calle Pedro Londero al final, mano derecha, se encuentra una tranquera la que ha sido reiteradamente violada por las personas denunciadas, ya que allí no existe calle, es terreno privado”. También, que se “oficie a la dirección correspondiente de la municipalidad de Paraná a los efectos de que informe la existencia de una calle publica que atraviese la propiedad de los condóminos denunciantes”.
MEDIDAS. Para los denunciantes sería importante contar en la investigación -que debería comenzar con premura-, con la información que tendrían los celulares de Arener y Chiarelo. Con la misma intención, según se precisó a El Diario, se solicitó que se cite a una entrevista al comprador, y a Armándola, para que “explique en detalles el lugar de los hechos y de los detalles del mismo”.
Pruebas
Entre las pruebas que se ofreció, se adjuntó hijuela, volante de datos catastrales, plano referencial, la zona de usurpaciones y la documental referida a la venta de terrenos. La denuncia se presentó contra “Arener Walter, Chiarelo Héctor y Deharbe”.
Inseguridad
La denuncia primigenia, que se presentó el 25 de julio, resaltó que “la inseguridad de la zona, también tiene relación con su acceso directo al río Paraná, cercanía con la ciudad, complicado acceso terrestre, pero a minutos del paso de barcazas con bandera extranjera en el horario de las 17 y 21, donde una vez por semana se detiene en el canal principal del rio Paraná y luego, las lanchas del parque costero van a su encuentro y regresan a destino. Todo ello, le da un valor logístico de tamaña envergadura”. Finalmente, se manifestó que “dichos hechos no son aleatorios ni casuales, máxime si se tiene en cuenta el caso de la Cocina de Cocaína que sucedió en el Acceso Norte”, también conocida como Causa Avioneta.