Con más de una década de trayectoria, la editorial santafesina Günendör ha apostado a relatos de nuestra región. A través de la historieta, en algunas de sus publicaciones reverberan mitos y leyendas del litoral. El caso emblemático es Sobrelitoral, la saga de antologías que reúne a seres y sitios sobrenaturales del litoral argentino.
“Vivimos en una isla de plácida ignorancia, rodeados por los negros mares de lo infinito, y no es nuestro destino emprender largos viajes”, escribe Howard Philip Lovecraft, en La llamada de Cthulhu (1928).
En efecto, hay sucesos y elementos que, alimentados por lo sobrenatural, quedan impregnados en el acervo popular en historias que fluyen a través de relatos. La lógica y las ciencias intentan estrangular las voces que reproducen esas leyendas, pero lo sobrenatural es indomable y se escurre entre esos dedos opresivos. Como un reflejo turbio de la realidad, lo sobrenatural nos rodea y nos acecha. La ciencia, aunque diseñe barcos y aviones, no tiene donde ir. El arte, que se disfraza de ficción y adopta lo sobrenatural como inspiración, resulta la llave para atravesar la frontera entre la inquietante duda y la plácida ignorancia.
Lo saben muy bien José Moscovich, Hernán Sabaté y Mario Russo, integrantes de la editorial santafesina Grünendör. El nombre, disfrazado de anagrama (quiere decir Underground), sintetiza la identidad. Navegando por aguas alternativas, la editorial se sumergió no una ni dos, sino tres veces en las historias sobrenaturales que el litoral argentino tiene para contar. Así nació el camino de Sobrelitoral, la publicación insignia de la editorial, que ya lleva tres volúmenes: Sobrelitoral 1: Litoral sobrenatural, Sobrelitoral 2: Reincidente, Sobrelitoral 3: Otra vez. Entre sus páginas se dan cita historias que, a través de viñetas e ilustraciones, evocan leyendas sobre eventos, seres o lugares sobrenaturales dentro de nuestro litoral argentino.
Con más de una década entre páginas y viñetas, la valoración que sus integrantes hacen al observar el camino recorrido se ilustra en comentarios positivos. Mario Russo refiere al aporte de la editorial sobre la historieta como forma de expresión artística. “La verdad es que cuando uno trabaja en el día a día no lo puede dimensionar, pero cuando se mira en retrospectiva, se comprende el gran aporte que se hace desde el interior del país para mantener encendida la llama de la historieta argentina”.
Sobrelitoral, el mito de mitos
En su década de recorrido ya transitado entre páginas y viñetas, Grünendör ha dejado diferentes títulos publicados. Sin embargo, podría postularse que la saga Sobrelitoral se ha erigido en su publicación insignia. Sobre esto, José Moscovich, refiere que el grupo siempre sintió una particular atracción por lo fantástico como género. “En una historia donde haya monstruos, fantasmas, magia, otros mundos, sucesos extraordinarios: ahí nos sentimos cómodos”, comenta Moscovich. Pero además de dar cuenta de cuáles son los gustos e intereses que cautivan al proyecto editorial, esboza la incógnita retórica que acaso haya sido el germen de Sobrelitoral. ¿Qué pasa con nuestros seres sobrenaturales, los de nuestra región?, se pregunta.
Efectivamente, como ejercicio retórico, Moscovich recoge su propio guante y lanza el contragolpe argumentativo. “La intención de explorar un poco más en el bestiario local estuvo siempre latente. Y aprovechando la convocatoria de Espacio Santafesino del Ministerio de Cultura de Santa Fe en 2017, presentamos un proyecto. Se trataba justamente de eso: contar historias (en historietas) sobre seres fantásticos, pero de acá, del litoral. Ellos estaban buscando proyectos que sean representativos de Santa Fe, y el nuestro les gustó”.
Por eso mismo, la primera entrega de Sobrelitoral (que fue prologada por el escritor Juan Sasturain) dejaría su huella y sus secuelas: Sobrelitoral reincidente y Sobrelitoral otra vez.
Continuar la idea de una publicación en próximas entregas representó también un desafío editorial, marcar diferencias entre historias que continúan la temática característica del proyecto.
José Moscovich habla de la determinación para continuar con la publicación, y marca la diferencia entre el proyecto original y su secuela. “Quedamos tan conformes con Sobrelitoral y con su recepción que decidimos, un año y medio después, continuarlo. Pero acá ya teníamos un objetivo más, aparte del de hacer historietas fantásticas, y era el de incluir trabajos realizados por autores del litoral que queremos o admiramos. Sobrelitoral reincidente ya no era sólo un muestrario de monstruos locales, también lo era de autores”.
Sagas
Respecto de las dos primeras publicaciones de la saga, para Hernán Sabaté “la esencia es la misma”. Sin embargo, hace hincapié en la generación de un público lector que luego de la primera entrega de Sobrelitoral ya estaba prevenido sobre qué trataba la publicación. “Quizás en ese detalle haya una diferencia entre uno y otro. Es muy gratificante cuando en alguna feria o convención ves a una persona hojeando Sobrelitoral 2 y te cuentan, señalando a Sobrelitoral 1: éste ya lo tengo”, comenta.
Lo que menciona Sabaté no parece casual. Al contrario, quienes están detrás de Grünendör parecen tener una profunda identificación con el público lector. De hecho y referenciando a lo que el propio Moscovich comentaba antes, ellos mismos son (además de los editores) parte de su propio público lector. Así lo referencia también Mario Russo, quien recuerda una anécdota donde se ilustra el compromiso de Grünendör con su público. “Cuando se agotó el Sobrelitoral 1 y decidimos reimprimirlo, porque era un libro que la gente seguía pidiendo, optamos por hacer una nueva ilustración para la portada y pasar la original a la contratapa. De este modo aquel lector que compró el libro allá por 2018, se puede seguir identificando con el que lo compró en 2022”, agregó.
Publicada hace un año, Sobrelitoral 3 marca una diferencia respecto de las dos entregas que lo precedieron. José Moscovich refiere que hay al menos dos aspectos que podrían considerar a la tercera entrega más ambiciosa que sus dos precuelas. Por un lado, refiere al doble de páginas e historietas que las anteriores entregas. Y por otro, habla de la invitación a ilustradores que nunca habían dibujado una historieta y a escritores que nunca habían desarrollado un guion.
Para finalizar, Moscovich ofrece una reflexión respecto de la modalidad del proceso productivo detrás de la antología. “Algo más notorio en este libro es que, si bien siempre apostamos al trabajo en duplas (guionista + dibujante) y realmente se han dado combinaciones con resultados maravillosos, en este libro en particular esa situación está más presente. Hay autores trabajando juntos que quizás nunca hubiesen tenido la oportunidad de hacerlo, porque ni siquiera se conocían. Ese, creo, es nuestro principal orgullo”, sentenció.
