Este mix bebible es ideal para consumir en el desayuno, tanto por los distintos nutrientes que aporta como por la sensación de saciedad que brinda. BIEN! te cuenta sus beneficios y preparación.
El agua de chía con limón es ideal para consumir en ayunas, ya que, además de los múltiples nutrientes que aporta al organismo, es una bebida saciante, que ayuda a perder peso. Las semillas de chía pueden sumarse en ensaladas, agregarse al yogurt, así como ser la base de batidos, postres o pan.
¿Qué es la chía y cuáles son sus beneficios?
Entre otras muchas propiedades nutricionales, esta semilla que proviene de una planta llamada salvia hispánica, tiene el plus de ser una de las especies vegetales conocidas con mayor concentración de ácido graso alfa-linolénico omega-3, además de contener una cantidad importante de proteína y fibra. A la vez que los aporta junto a ácidos grasos omega-6 en la proporción ideal para el organismo, que es una proporción de 3 a 1 (omega-6 y omega-3).
Especialistas de la nutrición califican a la semilla de chía como “un superalimento”, ya que, “también tienen algunas vitaminas y minerales esenciales para el organismo, como fósforo, magnesio, hierro y zinc”. Entre sus principales nutrientes están antioxidantes (ayudan a proteger contra los radicales libres, que pueden contribuir al cáncer y diversas enfermedades y afectar la forma en que el organismo envejece); fibra (clave para la salud intestinal, además de ayudar a sentir saciedad por más tiempo); proteína (vitales para la salud de los músculos, piel y huesos, entre otros).
Además, a diferencia de otras semillas, la gran cantidad de antioxidantes que posee, la hace una aliada para prevenir el enranciamiento de las propias grasas. Entre sus antioxidantes destacan sustancias como el ácido clorogénico, el ácido cafeico, la quercetina o el kaempferol.
¿Tomar agua de chía con limón es bueno para la salud?
A los beneficios ya enumerados de la chía, conviene agregar en este punto que consumir limón en ayunas, además de aportar ácido cítrico, calcio (importante para la función muscular, secreción hormonal, contracción vascular), potasio (ayuda a los músculos y nervios), magnesio, vitamina C (promueve la inmunidad, combate las infecciones, cura las heridas), ácido fólico (combate los defectos congénitos de la columna y ayuda en la formación de glóbulos rojos), es de gran ayuda para eliminar toxinas del cuerpo, beneficia la digestión, potencia el sistema inmunológico y alcaliniza el organismo. Por lo que la combinación con la chía los vuelve un mix altamente saludable. Según los especialistas, es bueno porque:
-Tiene efecto saciante (ayuda a regular el apetito; el efecto saciante se explica en la concentración de fibra soluble de la chía, que hace que absorba una gran cantidad de agua, retrasando la absorción durante la digestión y aumentando la sensación de saciedad).
-Hidrata y nutre el organismo (aporta muchísima energía, además de hidratar el cuerpo; es una buena forma de consumir los litros de agua necesarios para afrontar el día).
-Previene el envejecimiento prematuro (los antioxidantes que aportan ayudan a combatir a los radicales libres, responsables en gran medida del envejecimiento prematuro).
-Mejora la digestión (ayudan al sistema a digerir mejor los alimentos, lo que se traduce en que el organismo absorbe los nutrientes de manera óptima).
-Ayuda a adelgazar (colabora a depurar las toxinas del organismo y evitar la retención de líquidos, además de luchar contra el estreñimiento, lo cual sumado al saciante ayudarán a regular el peso y perder kilos).
Estas semillas se mezclan con el agua y jugos gástricos y se expanden en el estómago. Eso mantiene a las personas sin hambre por más tiempo porque ocupa espacio y toda esa fibra soluble ralentiza la digestión, haciendo que el cuerpo libere azúcar en la sangre a un ritmo más lento, evitando picos y descensos de azúcar en sangre que causan aumento del apetito.
¿Cómo preparar agua de chía con limón?
– una cucharadita de semillas de chía (5 g)
– un vaso de agua (250 ml)
– un limón
– una cucharada de miel (opcional)
Lo primero que se debe hacer es dejar en remojo la cucharadita de semillas de chía con medio vaso de agua durante una hora. Luego, exprimir el limón y mezclar su jugo con el otro vaso de agua.
Cuando las semillas de chía hayan formado el mucílago (el gel que se forma cuando la semilla entra en contacto con líquido), mezcla el agua con jugo de limón con el “gel” de las semillas de chía. Batir la mezcla a mano o con batidora y agregar la cucharada de miel si se quiere un sabor más dulce.