domingo , 24 noviembre 2024
Home Colaboradores Una esquina icónica
Colaboradores

Una esquina icónica

Fuente: Colección El Diario, que se encuentra disponible para la consulta en el Archivo General de Entre Ríos, Alameda de la Federación 222.
La foto del Plaza Hotel que ilustra la nota fue publicada por EL DIARIO en el año 1970.

A comienzos del siglo, Paraná parecía estar llamada a ser una gran capital de provincia que se resistía a perder el status que le había otorgado, medio siglo antes, su protagonismo durante la Confederación Argentina. Hacia finales del siglo XIX y principios del XX, estaban instalados los ideales republicanos y liberales con que crecieron las ciudades europeas. Argentina tenía ese modelo de desarrollo y Paraná era uno de los lugares donde más había prendido.

El Gral. Eduardo Racedo tomó nota del empuje demostrado por el inmigrante Bouzada, y lo hizo depositario de los ideales de progreso que habían alentado a los forjadores de la Nación. Esto lo impulsó a dejar expresa constancia de su voluntad de que Don Antonio sea el siguiente propietario de un inmueble de su propiedad, ubicado en calle Buenos Aires.

Y así, en 1913, a poco de la muerte del anciano ex gobernador, se presentó ante don Bouzada el doctor Eduardo Racedo hijo, para cumplir con la voluntad paterna de venderle la propiedad al precio y forma de pago al mejor entender del comprador. Insólita manera para nuestros días, pero que habla a las claras del espíritu que animaba a aquellos míticos fundadores.

Bouzada vendió la casona de calle Buenos Aires; y así dio el gran salto empresarial que lo llevó a comprar en 1930 el Hotel Cransac, en la céntrica esquina de San Martín y Urquiza y era para ese entonces un punto de confluencia obligado.

Se trata de una esquina con la atmósfera de céntrica confitería. Muchos de los lectores habrán ido a sentarse a sus mesas tomar un cortado o un café, corolario espumoso y estimulante en cualquier momento del día; a encender un cigarrillo o a conversar.

A este público del Plaza Hotel lo reemplaza otro; el de los gustadores de lo exquisito, que saben el minuto en que se producen ciertas excepciones y salen a su encuentro. Así era el Plaza Bar con sus músicos regalando melodías desde el entrepiso del salón. Cransac, Plaza Bar, Flamingo, Gran Flamingo, fueron sus nombres con los que reinó desde la esquina tradicional de Paraná y lo sigue haciendo.

La foto del Plaza Hotel que ilustra la nota fue publicada por EL DIARIO en el año 1970.

Fuente: Colección El Diario, que se encuentra disponible para la consulta en el Archivo General de Entre Ríos, Alameda de la Federación 222.

Related Articles

Pedro Barral, sembrador de escuelas

En el día del Maestro, que se celebra en el país el...

La violencia más que el amor era lo que los unía

Si no fuera por la sordidez suburbana y la incomodidad de una...

Patrimonio de la ciudad

A partir de los primeros años del Siglo XX, Paraná comenzó su...

Cómo se fabricaba un fósforo en el solar del nuevo shopping

Durante varias décadas del siglo pasado, una importante planta industrial dedicada a...