La semana que pasó, la lluvia se hizo presente . Tras un prolongado período, el registro pluviométrico registró una importante cantidad de agua que se desplomó desde el cielo. Bendición para la tierra, necesitada de humedad, el fenómeno que trajo alivio al campo, generó inconvenientes para actividades cotidianas en la ciudad. Así durante dos jornadas quienes salieron a la calle debieron desafiar la inclemente intemperie. Los transeúntes intentaron guarecerse bajo la precaria y minúscula cobertura de un paraguas con el propósito de atemperar la mojadura, al menos en una pequeña parte.