La vida en el planeta comenzó en el agua. Desde hace más de 3500 millones de años, la potencia vital de los seres vivientes se sobrepone a los obstáculos para seguir su camino. Cada temporada, el medio acuático se ve colmado con la presencia de distintas especies. Insectos, animales y vegetales renuevan el ritual que se mantiene desde eras ancestrales. En las últimas semanas, al ritmo del incremento en el nivel del Paraná -tras un extenso período de bajante debido a la sequía en las nacientes del Norte- ejemplares de peces, anfibios y batracios permitieron a quienes se acercaron a las riberas, comprobar la potencia del ciclo vital. Ranitas, mojarrines o “descarnadore”, y hasta algún bagrecito fueron registrados en las playas del Thompson por la cámara fotográfica de una mirada atenta y sensible.