Desde hace seis años, Romina Cabrol se dedica a la producción y venta de plantas y macetas. En una charla con Bien! la emprendedora compartió su historia personal, cómo inició y cuáles son las implicancias del rubro.
El verde de las plantas, la diversidad de colores que se encuentran en los múltiples tipos de flores, la vitalidad de la naturaleza y el ambiente que generan, es lo que hace que este rubro haya crecido sustancialmente en los últimos años, volviéndose una de las primeras opciones al momento de realizar un regalo o de invertir en la decoración de un hogar.
Romina Cabrol es una emprendedora de Paraná, quien desde hace seis años descubrió la habilidad y el amor oculto que guardaba por el arte de crear macetas. “Mi hermana se había comprado unas macetas hechas de barro para decorar sus plantas y me pidió que yo se las pintara, porque ella no tenía paciencia y yo soy más detallista, y después de eso pinté algunas más y empecé a venderlas, pero como yo trabajaba no me podía dedicar al 100%”, expresó recordando sus primeros pasos en los que el negocio consistía en una actividad secundaria en su vida.
Hace dos meses, tras ser despedida de un trabajo, decidió dedicarse completamente a la producción y venta de plantas y macetas, ya que considera que “aumentó bastante la compra, fundamentalmente de la gente joven”.
Con el paso del tiempo, Romina empezó a vender cactus y suculentas, las cuales eran producidas en su propia casa. Posteriormente, compró los moldes necesarios y comenzó a experimentar creando macetas de cemento. “Actualmente trabajo sola, pero cada tanto, cuando lo necesito, tengo colaboración de mi pareja o de mi mamá”, explicó.
Lo que más se vende
La entrevistada afirmó que los tipos de plantas que más produce son los cactus y las suculentas, debido a que posee un espacio reducido para criarlas y, además, suelen ser las más solicitadas porque conllevan menor dedicación y cuidados. Aún así, agregó que existen clientes que le encargan variedades no convencionales y ella se ocupa de conseguirlas.
Con respecto a la producción de macetas, Romina contó que “los diseños más elegidos son la garrita de oso, el rosario, el cactus cerebrito, la oreja de Shrek, y la cola de mono”. Asimismo, añadió: “Tengo macetitas hechas de barro y de cemento. A las primeras las compro y las pinto. Hay diseños que se me ocurren a mí, pero también trabajo por encargo. A las de cemento las hago yo misma con los moldes que tengo. Lleva su proceso de secado de cuatro días, luego se realiza la curación del cemento, se deja secar de nuevo y ahí se pinta e impermeabiliza”.
Si bien ella es quien produce la mayoría de las plantas, también se ocupa de adquirir nuevas variedades para diversificar la oferta y siempre tener stock, ya que hay algunas que demoran más en crecer. Como trabaja de manera independiente, es ella quien maneja las ventas a través de las redes sociales Facebook e Instagram. Y también asiste a ferias esporádicamente.
Para finalizar, Cabrol reflexionó acerca de lo que significa emprender en la actualidad: “Creo que falta mucho apoyo, es muy difícil conseguir lugares donde poder exponer los productos. Mi objetivo principal sería poder alquilar un local para progresar y hacer más conocidos los productos que vendo”.
Para conocer sus productos se puede encontrar su emprendimiento llamado “El jardín de Romi”, en las diferentes redes sociales.