Si bien estuvo por debajo de los porcentajes de los últimos años, la ocupación de plazas hoteleras fue mejor a la que preveían autoridades y empresarios. Pero persiste una “preocupación” respecto de la continuidad de la temporada, mientras los turistas restringen gastos y permanecen menos tiempo en la ciudad.
Martiniano Nemirovsci (Télam)
Con un 70 por ciento de ocupación hotelera registrada, la primera quincena de enero dejó en Bariloche un saldo turístico mejor del que empresarios y autoridades preveían (además de revelar a un visitante con nuevas conductas, más propenso a restringir gastos y estadías), aunque no logró despejar la “preocupación” del sector privado por la forma en que continuará la temporada.
Según informó el Observatorio Provincial de Turismo, en las primeras dos semanas del año llegaron a Bariloche 65.014 pasajeros que ocuparon un 70% de las unidades hoteleras, y si bien el porcentaje fue inferior al 85% registrado en el mismo período del año pasado, para el organismo “estos números indican un inicio de temporada prometedor respecto al contexto socioeconómico que atraviesa el país”.
El secretario de Turismo de Bariloche, Sergio Herrero, evaluó en diálogo con Télam que hubo “una primera quincena con unas expectativas que superaron a lo que esperábamos en un segundo orden”, y aclaró que se refería así a que “en los primeros días de diciembre apuntábamos a un 80% (de ocupación) como base, para arriba; después, con las medidas, aumentos y demás cuestiones, preveíamos que podíamos tener muchísimo menos”.
En tanto, el presidente de la Cámara de Turismo de Bariloche, Néstor Denoya, coincidió con esta evaluación al sostener que en diciembre “la gente frenó absolutamente la compra”, y postuló: “Si me decían (que la ocupación sería de) un 70%, yo creo que firmaba, por cómo venía diciembre para enero”.
Consumo “bajo”
Sin embargo, los turistas han gastado menos dinero en sus estadías: “El consumo es muy bajo. Y quizás se resume a una salida al restaurante o a dos salidas”, describió Denoya a Télam.
“Tenés gente que opta por alquilar un departamento porque sabe que puede haber dos o tres días que puedan cocinar en vez de salir a comer. La gente cuida el dinero y todos lo cuidamos, porque no sabemos qué es lo que va a pasar el mes que viene”, dijo por su parte Herrero.
La búsqueda del cuidado del bolsillo tuvo su reflejo en las consultas recibidas en las oficinas de Información Turística del municipio.
“En líneas generales se nota un aumento, a raíz de la crisis económica, de consultas sobre propuestas u opciones gratuitas”, así como “consultas por opciones de bajo costo, cómo llegar (a destinos) con transporte urbano, etcétera”, señaló a Télam una responsable del área.
Esto, aclaró, “se viene viendo ya desde hace un tiempo, desde que llegaron a Bariloche las líneas aéreas low cost: viene gente con menos presupuesto y por ahí por menos días, que no sacrifica sus vacaciones y viene igual, y busca este tipo de opciones”.
La realidad económica y la necesidad de vacacionar dieron lugar a “ciertos cambios en las conductas de los turistas, como la disminución en las estadías y las reservas a último momento, así como también crecieron los pernoctes en campings”, según el informe del gobierno provincial.
En este sentido, el secretario de Turismo de Río Negro, Marcos Barberis, evaluó en diálogo con esta agencia que “en esta temporada, en toda la Argentina está pasando lo mismo: un turismo de corta estadía y que confirma las habitaciones o el alojamiento en los destinos. Llega y pide precio”.
“Entonces, es un poco de esa cintura que hay que tener en cada uno de los destinos”, señaló, además de “trabajar en buscar servicios para todos los públicos” ya que “se ha cambiado mucho en este último tiempo: (con paseos gratuitos como) caminatas en el Parque Municipal Llao Llao, el Cerro Campanario, la estepa o el lago, que se ha convertido también en un destino de verano”.
Expectativas por la temporada
A diferencia de los años anteriores, “la coyuntura hoy es otra, la gente toma decisiones muy sobre la marcha, y bueno, es muy atípico, es todo raro”, analizó por su parte el titular de la Cámara de Turismo local.
En el sector empresarial esta situación plantea dudas de cara a lo que resta de la temporada.
“Estamos muy preocupados por cómo va la demanda”, confió Denoya, y señaló que pese a que “la gente termina llegando” gracias a la amplia oferta de Bariloche, por ahora “febrero va muy lento y marzo ni hablar”.
Además, sostuvo, “cuando el dólar oficial crece tanto nosotros también tenemos un poco de inflación en dólares y la ciudad deja de ser competitiva. Si bien por la calle se ven patentes chilenas, uruguayas, brasileñas, pensábamos que esa afluencia iba a ser un poco más grande”.
Expectativas
En las dependencias oficiales tienen un pronóstico más auspicioso para febrero.
“Yo creo que febrero va a ser un mes positivo, con niveles de ocupación muy buenos en el sentido de que hay que tener en cuenta que a partir del 20 en algunos distritos comienzan las clases, entonces la gente ya se empieza a ir un poquito antes y se alarga”, sostuvo Barberis, y precisó que “tenemos que ver cómo responde el segmento Chile, tanto en la cordillera como en el Atlántico”.
En la misma línea, Herrero señaló: “Estamos con una campaña fuerte en Chile”, que es el mes en el que más turistas suelen llegar desde ese país.
“Vamos a ver en qué afecta, y lo vamos a poder analizar la primera semana, el tema del aumento del combustible y la inflación de enero”, continuó el secretario de Turismo.
Y confió: “Ponemos todas las fichas a Chile, sin olvidarnos de que mucha gente de la República Argentina va a seguir eligiendo nuestro lugar”.
Advierten competencia desigual y hospedajes ilegales
La competencia “es extremadamente desigual” entre los alojamientos habilitados y los ilegales, cuestionó el presidente de la Cámara de Turismo de Bariloche, Néstor Denoya, y advirtió que la situación puede empeorar si avanza la “desregulación” del sector que proponen artículos del proyecto de “Ley Bases”.
“Estamos muy preocupados, porque el 70% (de ocupación hotelera de la primera quincena del año informado por el Observatorio Provincial de Turismo) es sobre lugares habilitados, y en esto que está sucediendo hoy de la desregularización, vemos con mucha preocupación que el Estado se retire de lo que es la oferta ilegal”, advirtió el presidente de la Cámara de Turismo de Bariloche, Néstor Denoya.
En diálogo con Télam, Denoya explicó que “la competencia es extremadamente desigual” entre “gente que tiene habilitaciones turísticas y paga un impuesto, dónde el Estado va y ve si no hay monóxido de carbono, si la foto coincide con la realidad, etcétera”, y quienes alquilan propiedades al turismo por fuera de los registros.
“La gente ve opciones que son 20 o 30% más baratas. Ahí está la diferencia. Y después va a lugares donde no están acostumbrados los turistas a llegar, están alejados, donde la realidad es otra, y bueno, el nivel baja”, sostuvo, y puntualizó en que las malas experiencias terminan dañando a la ciudad en general.
Evitar estafas
Con esta problemática en mente, la Secretaría de Turismo de Bariloche impulsa “desde prácticamente el primer día que (el intendente) Walter Cortés asumió, una batalla contra los ilegales y los alojamientos clandestinos”, afirmó el titular de la cartera, Sergio Herrero.
El objetivo es “primero cuidar al turista para evitar estafas, y también nos sirve, más allá de la recaudación, para el hecho de poder mantener números reales de ocupación”, sostuvo a Télam.
“Durante mucho tiempo, muchos años, hubo una inacción, por eso han crecido tanto. Hoy estamos tratando de nutrir de recursos al área de fiscalización”, además de haber establecido un equipo que “pesca lo que aparece en las redes, busca información en todos lados” las ofertas que aparecen.
La desregulación
Más allá de la oferta ilegal, Denoya hizo hincapié en la discusión parlamentaria sobre el proyecto de Ley Ómnibus al cuestionar que “la desregulación abre la puerta a volver 20 años atrás, cuando no había garantías de nada y cuando el turista quedaba indefenso”.
“Nosotros no creemos que el mercado pueda regular todo”, sostuvo, y se quejó de que siendo un sector que genera una gran cantidad de divisas, no encuentran interlocutor en el Gobierno para elevar sus posiciones.
“No tenemos nadie con quién hablar. No tenemos nosotros algún antecedente que haya pasado algo así, que a más de un mes de asumir no tengamos a nadie en la cartera”, manifestó.
Entre otras cosas, dijo, “no coincidimos con lo que dice el Gobierno de que en turismo hay monopolio. No debe haber competencia más feroz que la que tenemos nosotros para vender un paquete turístico, una excursión, una plaza hotelera, porque la oferta es de tal magnitud que se compite minuto a minuto”.
El Previaje
También reiteró que el sector propone “que en la temporada baja siga el Previaje”, y advirtió, “en caso de que la demanda se siga retrayendo y tengamos menos turismo, se va a afectar fuertemente el mercado laboral”.
Más allá del cuestionamiento, Denoya consideró que “hay que abrir la discusión y no tenerle miedo a los cambios”, y señaló entre los puntos de coincidencia con el proyecto girado por Presidencia al Congreso “la discusión sobre las leyes laborales, porque no hay nadie que te quiera tomar un nuevo empleado”.
En este sentido reclamó alternativas para poder contratar “la gente que está en el mercado informal, a los jóvenes que se van recibiendo, que son profesionales”, sin que “ningún trabajador sufra la pérdida de sus derechos”.
“En las ciudades turísticas, el 99% de restaurantes, hoteles, empresas de turismo, son atendidas por los dueños, sus hijos o ahora ya algunas terceras generaciones, y nadie te quiere tomar un nuevo empleado con estas condiciones”, describió, y consideró que “el mercado laboral va cambiando tanto y la ley es tan vetusta que necesitamos sentarnos a discutirla”.