viernes , 22 noviembre 2024
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Milei, entre la ley ómnibus y el conflicto con las provincias

El gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, junto al ex ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro.

En una reunión de Gabinete, el Presidente ratificó la estrategia que empezaron a desplegar Adorni y Caputo de presionar sobre las provincias. La meta es lograr apoyos para aprobar la Ley Ómnibus. “Los voy a dejar sin un peso”, fue la frase del mandatario nacional que enfureció a los gobernadores.

Javier Milei ratificó hace horas la estrategia que habían empezado a desplegar anteriormente algunos de sus funcionarios de mayor confianza. En una de las últimas reuniones de Gabinete frente a sus ministros, asesores y representantes en el Congreso, el Presidente lanzó una fuerte frase contra los gobernadores que se muestran duros para prestar apoyo a la Ley Ómnibus que se trataría el martes en el recinto de la Cámara de Diputados. “Los voy a dejar sin un peso”, sentenció.

La expresión fue el resumen de la táctica confrontativa que adoptó el líder del Ejecutivo a medida que se embarran las negociaciones con la oposición en el ámbito legislativo. Además de un respaldo a su ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, y al vocero de la Presidencia, Manuel Adorni, que horas antes habían expresado sendas frases en el mismo sentido y fueron acusados por, supuestamente, amenazar a todos aquellos que no apoyan su medida.

Caputo se expresó a través de X. “El déficit cero no se negocia. Si no se aprueban todas las medidas económicas propuestas en la ley, como dijo el Presidente, el ajuste será mayor, fundamentalmente para las provincias”, publicó. Luego informó que había mantenido una reunión con su secretario de Hacienda y su subsecretaria de Provincias para delinear todas las partidas provinciales que recortarían “inmediatamente si alguno de los artículos económicos fuera rechazado”. “No es una amenaza, es la confirmación que vamos a cumplir con el mandato que nos han dado la mayoría de los argentinos de equilibrar las cuentas fiscales para terminar con décadas de inflación y flagelo económico”, aclaró.

Adorni, en su habitual conferencia matutina desde la Casa Rosada dijo: “Más allá de que no vemos razones para que el proyecto de ley bases no se termine transformando en ley, en caso de que eso no ocurra, es seguir con el ajuste de las cuentas públicas, no va a haber otro camino. El ajuste de las cuentas públicas va a incluir el análisis de todas y cada una de las partidas que el Gobierno nacional transfiere a las provincias, en todos los conceptos que se pueda ocurrir”.

Desde las provincias dejaron traslucir sus quejas y su preocupación por lo que, deslizaron, consideraban un tipo de extorsión de parte del Ejecutivo a pesar de que instruyeron a sus diputados para dar dictamen al proyecto “Bases”.

Las arremetidas del Gobierno ocurren porque no tiene los votos para la votación en el recinto, que tenía planeado celebrar el jueves que pasó o a más tardar durante este fin de semana. Sin embargo, debió postergarse para el martes que viene, y ni siquiera está asegurado el orden del día para entonces. El PRO, sectores del radicalismo, de Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal acompañaron con disidencias y no hay acuerdo aún para que salga el capítulo sobre retenciones, clave para alcanzar la meta fiscal que persiguen los libertarios.

El Gobierno considera que ya hizo todas las concesiones que podía al eliminar el aumento de retenciones al 15% para todas las economías regionales, y creía que los gobernadores y los bloques dialoguistas acompañarían la suba del 15% a las exportaciones industriales y el aumento de la alícuota para los derivados de soja, el trigo y el maíz, clave para incrementar la recaudación. Pero esta semana recibió la noticia de que había nuevas exigencias. Desde el PRO como el bloque de Pichetto propusieron que no se toquen las exportaciones y que se avance, en cambio, sobre los 30 regímenes especiales que rigen, por ejemplo, industrias como la del champagne, los autos de lujo y la economía del conocimiento.

La batalla está en pie, y Milei marcó línea directamente a su tropa. La estrategia es dejar de ceder y empezar a presionar.

LA POSTURA DE ENTRE RÍOS

El gobernador, Rogelio Frigerio, confirmó hace unos días la decisión de los gobernadores de Juntos por el Cambio de “colaborar con un Gobierno nacional muy débil, que no tiene mandatarios y muy pocos diputados y senadores”, y afirmó que ese espacio apoyará medidas que permitan “gestionar y generar gobernabilidad”, pero no respaldarán las iniciativas que “atenten contra las fuentes de trabajo”.

“Si apoyamos es porque creemos que ese es el camino. Entendemos que cada provincia tiene que hacer esfuerzos y manejarse de manera austera para encontrar un equilibrio, independientemente de las presiones que podamos recibir”, recalcó el gobernador.

No obstante, cuando se refirió a declaraciones del vocero presidencial, sostuvo que no “reacciona ante presiones discursivas”. “Me manejo por principios, ideas y valores. No me manejo ni reacciono a presiones, nunca lo he hecho y no lo voy a hacer. El proyecto tiene muchas cuestiones que impactan de manera negativa. Haremos todo nuestro esfuerzo para evitar que avancen”, explicó y aseguró que el bloque acompañará las decisiones que permitan “ordenar las cuentas públicas, generar incentivos para la inversión y generación de empleo en el sector privado”.

Ayer por la tarde, utilizó su cuenta de X donde expresó: “Los argentinos sufren una situación desesperante producto de décadas de malas decisiones de la política. No hay más margen para seguir equivocándonos, la sociedad no aguanta más. Estamos de acuerdo con el norte que marcó el Presidente y vamos a apoyar las herramientas que necesite para poder llevar adelante el ordenamiento del país, liberar al potencial productivo de las regulaciones que lo condicionan y lograr el equilibrio de las cuentas públicas, tareas en las que también estamos comprometidos en nuestra provincia.

Coincidimos con el Ministro de Economía en que el objetivo de alcanzar el déficit cero no puede ser una meta negociable. Es el requisito principal para empezar a ganar la batalla contra el flagelo de la inflación. Por eso decidimos apoyar el dictamen de la Ley Bases enviada al Parlamento. Nuestro país no puede seguir esquivando los problemas y tiene que tomar las medidas que sean necesarias para poder resolverlos de una vez por todas.

De 550 artículos quedan muy pocos temas para terminar de consensuar la que va a terminar siendo, sin dudas, una de las leyes más importantes de la historia de nuestra democracia. Todas nuestras sugerencias han perseguido el objetivo de intentar acercarnos todavía más al norte que marcó Nación. Es indispensable que en estos días que quedan hasta la sesión, el oficialismo siga convocando al diálogo. No es momento ni hay espacio para disputas políticas. Millones de argentinos necesitan ver a sus gobernantes trabajando juntos, todos los días, para salir adelante de esta situación terminal”.

Quien se expresó sobre esta situación fue el exgobernador de Entre Ríos y diputado nacional de Unión por la Patria (UxP), Gustavo Bordet, quien manifestó su apoyo al actual mandatario provincial, Rogelio Frigerio, y aseguró que las “amenazas a las provincias” acerca de un posible recorte en los fondos que envía la Nación resulta, a su criterio, un hecho “cuanto menos irresponsable”.

“Las actitudes extorsivas no son el camino. El gobierno del presidente Milei debería convocar a todas las fuerzas políticas al diálogo y al consenso de una vez por todas”, expresó Bordet por medio de sus redes sociales.

El exmandatario entrerriano precisó que las provincias “prestan servicios esenciales y para ello necesitan recursos”.

“Soy un hombre de la democracia y me comprometí a defender los intereses de mi provincia desde el Congreso Nacional. Es en este marco que le expreso mi apoyo al gobernador Frigerio”, completó Bordet.

LA RESPUESTA MÁS FUERTE. Las declaraciones oficiales provocaron una dura respuesta de todos los gobernadores provinciales, pero quizás, la provincia de Río Negro haya sido la que fue más lejos al amenazar con “dejar sin energía” al Gobierno Nacional.

“Podríamos literalmente dejar sin energía al gobierno nacional. La Patagonia es fundamentalmente el verdadero motor energético de la Argentina por la cantidad que aquí se produce. Nosotros, los patagónicos, producimos el 90% de la energía que Argentina necesita. En ese juego de amenazas uno responde como puede”, lanzó el vicegobernador Pedro Pesatti.

“Río Negro, como la Patagonia, no son territorios que viven colgados del presupuesto nacional. Todo lo contrario, contribuyen a que la Argentina pueda encontrar los caminos que necesita, todos los días con su esfuerzo, trabajo y recursos. Por lo tanto, nos merecemos el máximo de los respetos. No estamos en una monarquía, estamos en una república. Y en una república federal”, agregó.

En la misma línea, el fueguino Gustavo Melella, opinó ayer que si el Gobierno nacional busca llevar a cabo un recorte de fondos a las provincias, encontrará una oposición más férrea de los legisladores en el tratamiento del proyecto de Ley Bases, por lo que afirmó que el camino que deben recorrer ambas partes es el de “consenso” y “el diálogo sincero”.

“Si más apretás, más se endurece. En la Argentina no estamos en tiempos de chicanas y aprietes, sino de diálogo y de buscar consensos con el Gobierno nacional”, dijo.

EL OFICIALISMO

El diputado nacional del monobloque Avanza Libertad y presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara baja, José Luis Espert. Sostuvo que “parte del ajuste lo tienen que hacer las provincias porque son parte de la política, por lo menos los gobernadores. Ya se han cortado las transferencias a las organizaciones sociales. No hay más intermediación de la pobreza y se redujo la cantidad de ministerios”. También destacó que “se está trabajando para llegar al martes de la semana que viene con un proyecto que se pueda tratar en el recinto. Debe ser una iniciativa que recoja las disidencias para que pueda ser aprobado. Entiendo que hay mucha pirotecnia verbal, pero dentro del Congreso hay un clima de mucho trabajo para que esto siga adelante”.

La polémica frase de Milei sobre los gobernadores se filtró tras la reunión de Gabinete del jueves.

Caputo asume nuevas responsabilidades

Javier Milei echó a su ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, siendo el primero de los integrantes del Gabinete que deja el cargo a un mes y medio de llegar a la Casa Rosada. El jefe de Gabinete, Nicolás Posse, le pidió la renuncia a Ferraro tras responsabilizarlo por filtrar información sensible de la reunión de ministros de este jueves por la mañana.

En el entorno de Milei culparon al ahora ex titular de Infraestructura por supuestamente haber sido quien filtró a la prensa la advertencia del jefe de Estado contra los gobernadores por los recursos que podría quitarles si no se aprueba la ley ómnibus en el Congreso.

Ferraro estuvo durante 45 días a cargo del Ministerio de Infraestructura, que incluye las áreas clave de Transporte, Obras Públicas y Comunicaciones.

Con esta decisión, también cambia el organigrama del Gobierno, ya que Infraestructura se reducirá al rango de secretaría y sus funciones quedan a cargo del ministro de Economía, Luis Caputo, quien se quedará con más poder y protagonismo en el gobierno.

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