Alan Feyt es oriundo de Maciá, se formó como Intérprete Naturalista en Concordia y, actualmente, está radicado en Paraná. Amante de la naturaleza y de la fotografía, fue una pieza clave en la producción de Ribereño, un documental que busca concientizar sobre el río Uruguay.
“De chico me devoraba los documentales, sabía los nombres de los leones, las historias que tenían detrás. Me gustaban las interacciones entre los bichos y con el entorno. Muchas veces vemos por la tele lo que sucede en otros lados y acá, saliendo a recorrer a la vuelta de mi casa, también lo encontraba”. Alan Feyt mantiene un contacto directo con la naturaleza desde su infancia en Maciá. Lo que comenzó como lúdico, hoy es su oficio. Se dedica a fotografiar lo que sucede en la naturaleza y que muchas veces pasa desapercibido.
Se mudó a Concordia para estudiar la carrera Intérprete Naturalista, creada por la organización Aves Argentinas. “También soy avistador de aves, me gusta la fauna en general, pero las fotografías a los mamíferos suelen ser más difíciles de lograr”, afirmó a Bien!. Parte de su pasión consiste en viajar por el país en busca de especies poco frecuentes. “A veces viajo solo y otras en grupo. Hace poco reiniciamos el COA (Club de Observadores de Aves) de Paraná”.
Alan utiliza sus redes sociales para compartir las fotografías que logra y siempre acompaña a estas con información “desde una perspectiva no tan científica para no aburrir”, dijo con simpatía y agregó: “He colaborado con campañas de conservación. Si no sabemos lo que tenemos, no nos maravillamos y no lo cuidamos. No podemos vivir desconectados de la naturaleza. Nosotros mismos somos parte de ella”.
El proyecto Ribereño
Según comentó el fotógrafo, Ribereño es un trabajo colectivo que abarca a mucha gente. Está enmarcado en el Programa de Protección y Rehabilitación de las zonas ribereñas de la cuenca del río Uruguay. “Se empezaron a detectar valores negativos en el agua y se trabajó con los municipios para generar datos que antes no existían, se les dio instrumentos de medición para obtener valores de calidad del agua. El documental es solo una parte de este proceso para poder difundirlo”.
Disponible en Youtube desde diciembre, se divide en tres capítulos en los que se cuenta sobre el río Uruguay, sus problemáticas, cómo se lo busca preservar e incluye testimonios de su gente.
“Me llegó la propuesta por un amigo que forma parte del programa, Guillermo Rajneri. Estuve en la parte de la filmación y postproducción. El guión fue colaborativo. El territorio que abarcamos es extenso, va desde Villa Paranacito hasta Concordia. Los entrevistados son las propias personas que habitan el lugar, así como los especialistas que aportan desde su mirada técnica”, explicó Alan.
Acerca de su experiencia durante las grabaciones, Feyt comentó que, aunque ya conocía algunos lugares, lo que más lo sorprendió fue la relación que mantiene la gente de Villa Paranacito con el agua: “Están atravesados por el río, así como nosotros hablamos cotidianamente del tiempo, de cuándo va a llover; ellos hablan de la creciente. El pueblo está dividido por el río Paranacito, hay lanchas que funcionan como ambulancias o que llevan a los chicos a la escuela. Es una zona no apta para producciones intensivas, pero tienen un gran tema con las canalizaciones y los terraplenes porque modifica el territorio”.
El formato documental fue pensado en segmentos para mostrar en las escuelas y para contar a toda la sociedad lo que se está haciendo con el proyecto. “Creo que logramos mucho más. Tuvo impacto porque son problemáticas que se ven en todos lados, no solo en el río Uruguay. La música es original, fue un aporte invaluable. Me fui enamorando de mi territorio, me gusta ser entrerriano, el agua, los pájaros, la vegetación de acá”, expresó y finalizó con un deseo personal sobre su futuro profesional: “Fantaseo con hacer algo sobre el río Gualeguay, en el que pasé mucho tiempo cuando era chico y que no está tan difundido”.