1660
Comienza a sesionar el nuevo Cabildo de Santa Fe
El Cabildo de Santa Fe comienza a sesionar en el nuevo emplazamiento dando por oficialmente mudada a la ciudad desde su antiguo sitio de Cayastá al actual.
Con el traslado de Santa Fe se da inicio a la ocupación de zona que llaman “la otra Banda del Paraná” o “la Baxada” y que con el paso del tiempo pasaría a denominarse Paraná.
La mudanza de la población de Santa Fe se produjo a la largo de los años, entre 1649 y 1660, donde se refundó con el nombre de Santa Fe de la Vera Cruz. Desde este sitio comenzó la afluencia de población al sitio denominado Baxada de la otra banda del Paraná. En este lugar, hacían pie los viajeros que, por tierra, se dirigían a Corrientes, al Paraguay o a las Misiones. “Para ayudar a los incipientes establecimientos de la comarca paranaense – escribe Facundo Arce – se hizo, en 1662, por el Gobernador del Río de la Plata, Don Alonso de Mercado y Villa Corta, un tratado de paz con tribus cayaguatáes, tocagües y vilos”. Posteriormente “el 15 de julio de 1671, el Cabildo de Santa Fe dispuso que los indios tocagües de la encomienda del Maestre de Campo Don Francisco Arias de Saavedra, se asentaran en esta banda del Paraná, ‘en el parage que llaman de la baxada…”
1919
Fallece en deán de la Catedral Clementino Balcala
El canónigo Clementino Balcala había nacido en Paraná, en 1864. Aníbal S. Vásquez escribe al respecto que “fue un hombre que hacía honor a la ciudad donde había nacido, sacerdote modelo, un consejero delicado y santo, un espíritu selecto y sano, una figura popular, con esa discreta popularidad que dan la virtud, la austeridad de la vida, la ecuanimidad de un alma pura y noble.” La municipalidad autorizó que sus restos fueran inhumados en la Catedral, donde se encuentran.
1944
Persecución a judíos, masones y “comunistas”
En 1944, el comisionado a cargo del Ejecutivo provincial dispuso una serie de polémicas medidas para reprimir las actividades de instituciones que a su criterio afectaban el modo de vida de la familia argentina.
Durante la breve intervención de Carlos María Zavalla (3/4/1944 – 4/9/1944), impuesto por el gobierno de facto que asumió el poder en junio de 1943, se confiscaron bienes de las logias masónicas, fueron cesanteados docentes de origen judío y se clausuraron instituciones que presuntamente realizaban actividades a favor del “comunismo”. También se clausuró, entre otros periódicos, El Diario de Paraná bajo la acusación de “publicar artículos tendenciosos y malevolentes”. El 31 de agosto de 1944 el interventor del Consejo General de Educación de Entre Ríos dispuso la cesantía de 122 maestros judíos con el objeto de “recuperar la escuela para el mejor servicio a la Patria y a Dios con maestros que tengan el conocimiento exacto de las verdades de nuestra santa fe”. También fueron dejados cesantes empleados de la administración, policías y funcionarios municipales por “falta de ética y lealtad”. El propio arzobispo de Paraná, Zenobio Guilland, debió intervenir ante el escándalo desatado por la medida y deslindaba responsabilidades en el interventor.
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