Manuel Arlettaz Derudder es el actual director de la Biblioteca Provincial de Entre Ríos y también de la Editorial de Entre Ríos. Politólogo, Graduado en Gobernabilidad, Gerencia Política y Gestión Pública, el responsable de dos espacios de referencia en la provincia plantea la importancia de trabajar en base a prioridades en un año que se presenta complejo en un contexto desafiante. “Queremos llegar con acciones a toda la provincia”, sostiene.
Carlos Marin
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Para Manuel Arlettaz Derudder, la actividad diaria se ha intensificado en los dos últimos meses. Oriundo de Villa Elisa, es el actual director de la Biblioteca Provincial de Entre Ríos (BIPER) y, simultáneamente, de la Editorial de Entre Ríos (EDER).
Politólogo, graduado en Gobernabilidad, Gerencia Política y Gestión Pública, en la Facultad Teresa de Ávila de la UCA, se define como un “apasionado por la historia, los estudios sobre los partidos y sistemas de partidos y también, los estudios sobre políticas públicas.”
En una entrevista con EL DIARIO, el integrante del equipo de Cultura de la provincia -que encabeza el secretario, Fabián Reato- traza un panorama de situación en un año que se presenta complejo y desafiante-
-En líneas generales, ¿cuáles son las prioridades de su propuesta como director tanto para la BIPER como la EDER?
-Lo primero que encaramos fue un diagnóstico para ver cuál era el cuadro de situación en el que las encontramos. En el caso de la BIPER el edificio ha sido recientemente restaurado, principalmente la fachada, lo que, la verdad, es un plus para la gestión. A partir de allí lo que empezamos a trabajar, en líneas generales, es un fuerte vínculo con las bibliotecas populares de la provincia. Y armar un buen plan de trabajo para capacitaciones para bibliotecarios, en cuestiones administrativas, en cuestiones de gestión para estas instituciones, que son más de 70 en toda la provincia, y atraviesan una situación muy complicada, por cuestiones relacionadas con lo económico y presupuestario. En ese sentido
queremos acompañar en la gestión de fondos, de subsidios. Y desde nuestra gestión provincial tratar de ponernos al día con los montos de los subsidios correspondientes a octubre, noviembre y diciembre del año pasado, es decir el trimestre final de la gestión anterior.
-¿Cuál es la situación en cuanto a equipamiento?
-Siempre es un tema a considerar. Hay que ajustar algunas cuestiones, sobre todo con internet, porque tenemos que mejorar la conectividad de la biblioteca para poder, trabajar con todos los programas que hacen al respaldo de todo el acervo bibliográfico. No nos olvidemos que tenemos como patrimonio más de 170.000 obras y cada una merece ser cuidada. También trabajamos en un proceso de digitalización de algunas obras que son muy antiguas, para poder preservarlas. La intención es poder armar un catálogo online de la oferta bibliográfica que tiene la BIPER y poder cargarlo. Es un trabajo que va a llevar su tiempo. Algo que estamos buscando, y es una de nuestras prioridades, es poder acceder a financiamiento, o incluso a donaciones, mecenazgo y demás, para poder comprar los materiales necesarios para llevar adelante todos los procesos de restauración y de conservación que requieran las obras que están en la biblioteca.
Para el funcionario, una de las claves de gestión es “lograr llegar a todo el territorio de la provincia”.
CLAROSCUROS
-Un punto crítico de la biblioteca, desde hace años, es el espacio disponible en el edificio para ubicar todo el patrimonio. ¿Cómo es el estado de situación?
-Es un panorama complejo, porque tenemos una gran cantidad de libros, y poca estantería. Algunas paredes están en mal estado, entonces no podemos apoyar las estanterías sobre la pared porque eso afectaría a los volúmenes, por la humedad, por las filtraciones y demás. La verdad es que, en ese aspecto, en cuanto a tema edilicio y espacio estamos complicados. De todos modos apelamos a buscar fondos, donaciones, a seguir distintas estrategias para poder recibir principalmente estanterías. Corremos con una ventaja: al ser un edificio antiguo, tiene las paredes altas, entonces podemos hacer los estantes altos y llegar hasta arriba como las viejas bibliotecas. Todo esto implica un trabajo que haremos de forma ordenada, paso a paso, para mejorar todo lo que se pueda y cuidando, y hago énfasis en esto, todo el acervo bibliográfico, que es muy valioso para la historia y para el presente de nuestra provincia.
-¿Cómo se ha dado el contacto con el equipo que trabaja en la BIPER?
-En primer lugar, me parece importante señalar que tanto en la Biblioteca Provincial como en la Editorial de Entre Ríos, se cuenta con el personal estrictamente necesario. Es gente comprometida con lo que hace. Hay amor por el lugar de trabajo, sentimiento de pertenencia. La verdad es que si la Biblioteca logra mantener 170 mil obras, y hacer todo el trabajo que desarrolla con incluso las limitaciones presupuestarias que existen, es gracias a los empleados. El personal es el activo más valioso con el que cuentan la BIPER y la EDER.
LUCES Y SOMBRAS EN LA EDER
-¿Cuál es el panorama en la Editorial de Entre Ríos?
Lo que nos pusimos como prioridad fue ponernos al día con la entrega de los Premios Fray Mocho. Ya lo hicimos con la persona ganadora de la convocatoria 2021 y ahora avanzamos hacia la 2022 y 2023. Hemos logrado hacer entrega de los 200 ejemplares a María Esther Bulacioos, ganadora del 2021 y de imprimir la totalidad de los libros que manda la ley, que son 1000 ejemplares, de los cuales 200 para el ganador del premio y 800 quedan en resguardo en la Editorial. Estamos en proceso de mandar imprimir y de publicar el 2022.
Otra prioridad es la conformación del nuevo Consejo Asesor de la editorial, para lo cual estamos haciendo los trámites respectivos. Una vez resuelto ese tema vamos a seguir recibiendo las distintas propuestas que la ciudadanía tiene para publicar en la EDER y, junto al Consejo, armar el plan de publicaciones anuales. No se trata solo de publicar poesía, novela o cuentos. También hay obras históricas, que hacen al folklore entrerriano, otras de cortes científico-históricas. Por eso es muy importante que el Consejo asesor se integre con una amplia variedad de especialistas. Cuando esté listo, que yo estimo será muy pronto, vamos a poder armar un plan de publicaciones para todo el año. De igual manera, están en carpeta también, aparte de los Fray Mocho, otros dos libros más que están siendo revisados y trabajados por el equipo de la editorial, tanto por el área de correcciones como por de diseño, y que van a salir antes de que incluso lancemos nuestro plan de publicaciones anuales.
-El Premio Fray Mocho se ha presentado por lo general en la provincia y también en el marco del Día de Entre Ríos, en la Feria del Libro que se realiza en la Ciudad de Buenos Aires. ¿Habrá presencia de la provincia con el stand de la EDER en la Feria este año?
-La verdad es que se ha consultado debidamente los costos que, para la provincia implica participar en la edición de este año de la Feria del Libro en Buenos Aires. Son muy elevados. Entonces, en el marco de la situación que existe, se ha tomado la decisión de no tener un stand en la Feria del Libro. Lo hemos hecho considerando la emergencia económica que se vive a nivel país y a nivel provincia. Y las prioridades que tenemos como Editorial. Por ejemplo el estado del edificio, que necesita un proceso de restauración muy importante, porque se llueve, se filtra humedad.- Entonces queda en peligro toda la obra que hay resguardada acá en la Editorial. Sí estamos decididos a trabajar fuertemente en un plan de publicaciones anual, de generar mucho contenido este año, y en 2025 tener presencia nuevamente en la Feria del Libro con un stand de la Editorial, e incluso con uno que logre reunir a otras editoriales de la provincia, tanto públicas como privadas.
-Habló del edificio en que funciona la EDER ¿cómo se encuentra su estructura?
-Una de las primeras cosas que pude apreciar desde que me hice cargo de la editorial es el estado del edificio. Es una construcción antigua, tiene más de 100 años. En su momento fue la casa del gobernador Mihura. Necesita un fuerte proceso de restauración. En su momento había salido un proyecto, pero bueno, quedó trunco por distintos motivos. Entonces estamos gestionando para retomar ese proyecto. Hay que corregir o mejorar la instalación eléctrica, las filtraciones de humedad tanto del piso como de las paredes, las goteras. Es un trabajo muy importante que hay que hacer. En nuestra agenda es prioritario porque no se trata solamente del edificio de la editorial, sino también del lugar de trabajo para los empleados, que tienen que estar en un lugar con las condiciones necesarias para un trabajo digno y seguro. En este sentido quiero destacar que en el equipo de personal existe un fuerte sentido de pertenencia. Se trata de personas sumamente calificadas que generan trabajos de muy buen nivel y altísima calidad. Eso no sería posible sin el personal de la editorial.
Impronta
-Está comenzando su gestión. En un ejercicio de prospectiva, al concluir, dentro de cuatro años ¿qué le gustaría que quedase como impronta de su tarea?
-Tanto en la BIPER como en la EDER, lo más importante es mostrar que estos espacios no están solamente en Paraná, sino que son de todos los entrerrianos. Me preguntarán entonces: ¿Cómo puede una biblioteca como la Provincial salir al territorio?. La verdad es que tenemos un montón de formas de hacerlo. Lo mismo con la Editorial. Me parece que una de las cosas que más me gustaría que se destaquen en estos años de gestión es lograr llegar a todo el territorio de la provincia, a todas las bibliotecas populares de Entre Ríos. A las bibliotecas escolares; a la ciudadanía en general; a los municipios del interior con la editorial y con la Biblioteca Provincial. Hay mucho para ofrecer de parte nuestra. Pero sobre todo hay mucho para escuchar y atender en cuanto a necesidades, a problemas, en cuanto a propuestas que existen de la ciudadanía en el interior. Creo que el principal activo de estos años va a ser justamente una gestión volcada al territorio, buscando nuestros escritores, nuestras bibliotecas; buscando a cada uno de los entrerrianos que quieran y que tengan la posibilidad de escribir y de publicar a través de la editorial. Y también, claro, tener un buen plan de publicación anual y tratar de publicar obras de forma más o menos constante. La verdad es que creo que eso es algo que hay que mejorar incluso, tener una producción continua de obras anuales que nos permitan no solamente agrandar nuestro fondo editorial, sino también cumplir con la función de la editorial, que es lo más importante. Para eso se trata de cumplir con lo que dispone la ley de creación de la EDER: contribuir al desarrollo cultural de las ciencias, de las artes, de la literatura de la provincia.
Entre las primeras disposiciones de gestión en la EDER, “una prioridad es ponernos al día con la entrega de los Premios Fray Mocho”, sostiene Manuel Arlettaz.