Muchos mandatarios tienen dudas sobre la construcción de consensos por parte del Gobierno y su capacidad de generar lazos con la oposición dialoguista.
La ruptura del bloque de La Libertad Avanza en la Cámara de Diputados sacudió el micromundo de la política nacional. Si bien había varios mandatarios que venían percibiendo la inconsistencia del armado legislativo, no imaginaban el quiebre del bloque a cuatro meses de asumir. Un síntoma de debilidad muy marcado que siembra dudas en las negociaciones subterráneas del Congreso.
El corrimiento de Oscar Zago de la presidencia del bloque parece ser solo la punta del iceberg. Al menos así lo creen varios diputados nacionales que están inmiscuidos en las negociaciones por la ley Ómnibus y que siguen, con cierta incredulidad, los pormenores de la interna libertaria. “Está situación, justo antes de la ley, complica todo. Rompen el bloque pocos días antes de arrancar el segundo round por la ley”, se quejó un legislador del sector dialoguista.
Cuestionamientos
En la UCR, Hacemos Coalición Federal y el PRO creen que en esa oportunidad la ley va a salir. Pero, al mismo tiempo, anticipan que no hay un acuerdo político cerrado completamente. Es decir, faltan detalles en temas como la delegaciones de poderes, la modificación de los fondos fiduciarios y las privatizaciones de empresas públicas, que aún deben quedar claros en la negociación. Es un cuento que nunca se termina.
Lo que plantean en el sector dialoguista es que no puede volver a suceder lo de febrero, cuando el oficialismo fue al recinto de la Cámara de Diputados sin un acuerdo sólido y el tratamiento de la ley terminó fracasando. En la Casa Rosada aseguran que no cometerán los errores del pasado, que esta vez se siguió un camino de negociación más prolijo y que la mayoría de los gobernadores ya confirmaron su acompañamiento. Lo creen y lo dicen. Con absoluta seguridad.
Lo que viene
La debilidad política y la falta de legitimidad de los negociadores es tan grande, que hay gobernadores y legisladores que evitan las sentencias firmes. Definen el proceso de negociación con dudas y reservas. Entonces, vuelven a existir, al igual que hace dos meses atrás, dos versiones de la realidad. Una que indica que la negociación está casi cerrada y otra que dice que está bien encaminada, pero con detalles importantes pendientes de definición.
Enojo
Uno de los gobernadores más enojados es el salteño Gustavo Sáenz, con el que la Casa Rosada tiene una relación con altibajos. Fue el encargado de organizar la reunión con Guillermo Francos, en Salta, donde un bloque de gobernadores del norte le manifestó al ministro del Interior la voluntad de acompañar la nueva ley y le pidió que haya definiciones sobre el paquete fiscal. Aquella fue una muestra de buena voluntad. Después no hubo demasiadas charlas más el envión se fue atenuando.
Sáenz está desencantado con el Gobierno. No entiende qué quieren hacer más allá de la aplicación del plan económico. En esta última oportunidad elevó la voz porque fue excluido del proyecto de ley el capítulo tabacalero, que proponía que todas las empresas del sector paguen los mismos impuestos. Sáenz apuntó, sin nombrarlo, contra Pablo Otero, dueño de Tabacalera Sarandí, que paga menos que sus competidores ya que tiene en la Justicia un amparo contra el impuesto mínimo al cigarrillo. Lo llamó “Señor Tabaco”.
Si el proyecto de ley logra pasar el filtro de Diputados, luego el Gobierno deberá tejer nuevas alianzas en el Senado para poder lograr una mayoría. Justo en la cámara donde los gobernadores tienen una importante influencia y donde el peronismo, al igual que en la Cámara baja, tiene la primera minoría. El Gobierno confía en que aprobará la ley y le quita importancia a la ruptura del bloque de diputados. Es, claramente, un intento por amortiguar el golpe que significó el escándalo de los diputados libertarios. Una grieta con principio y sin final.
El ministro Francos viene a Paraná
El ministro del Interior, Guillermo Francos, estará en Paraná este martes, en coincidencia con el encuentro de gobernadores de la Región Centro. Será la oportunidad para dialogar con los mandatarios de Entre Ríos, Córdoba y Santa Fe, los tres que restan en la ronda de encuentros que el funcionario nacional viene manteniendo para conseguir la aprobación del nuevo proyecto de Ley Ómnibus. El corte en el envío de recursos a las cajas previsionales será un tema principal.