El trabajo de las emprendedoras es silencioso y no sabe de pausas. Diseñar y producir, procurar clientes, cerrar ventas, capacitarse, realizar los envíos, hacer malabares con la economía y comprar insumos son escalas de una rueda que se pone a girar una y otra vez. Encontrar espacios que visibilicen esa producción es clave. Uno de ellos fue Mujer Activa, en La Vieja Usina, bajo la organización de la Cámara de Diputados. Los stands, la organización, la distribución de los espacios y el clima humano ayudaron a que feriantes, compradores y simples paseantes hicieran un balance positivo.
Joaquín, Santiago, Ángelo, Victoria y Joaquín ponderaron el abanico de propuestas de Mujer Activa.
Recorrer los stands fue una delicia para Beatriz, Karina y Luz.
Jimena, Daiana y Julia se sorprendieron con los números artísticos.
Para Brenda, Eli, Angela y Delfina lo más destacado fue la variedad de stands.