Gabriela Prettis es quien emprende Yule Arte Reciclado. En diálogo con BIEN! compartió su historia personal de superación que la llevó a dejar su trabajo y comenzar a fabricar lámparas originales con materiales reciclados.
Yule es una palabra que remonta a Gabriela a su infancia, en contacto con el arte y con ser consciente de que se debe “seguir la propia voluntad” para hallar la plenitud. Ya adulta, una serie de sucesos hicieron que el 2020 fuera un año particular para el mundo, pero para ella en especial. Esto derivó en la creación de Yule Arte Reciclado, un emprendimiento que consiste en fabricar principalmente, lámparas con materiales reciclados, donde queda materializada la pasión que Gaby siente y que simboliza un refugio iluminado en su vida.
Gabriela Prettis nació en Paraná hace 41 años. Siempre le gustó todo lo relacionado con el arte: “De chica no había internet para conocer técnicas así que, junto a mi mamá, mirábamos un programa de Utilísima Satelital. Tuve influencias femeninas artísticas en mi familia que me gustaba replicar”.
Siempre supo lo que quería hacer pero el camino fue sinuoso. “Trabajé 17 años en un estudio jurídico. En paralelo, hacía bijouterie en alpaca para vender o pintaba para regalar. Es difícil vivir económicamente del arte y no tener la tranquilidad de la estabilidad. En 2017 me propusieron vivir en México para trabajar en una sucursal del estudio. Allá estuve mucho tiempo sola y mi refugio era el arte. México fue una explosión de colores, sentidos, murales”.
Un año de cambios
Volvió a Paraná en plena pandemia, en 2020. “Me di cuenta de que había cumplido un ciclo en el trabajo. Mi papá se enfermó y falleció, y a mí me diagnosticaron cáncer de mama. Supe que debía hacer algo que realmente amara, que fuese una gratificación constante. En enero de este año dejé el estudio y me dedico completamente al emprendimiento”.
Junto a Cale, su compañero, comenzaron Yule luego de su regreso. “Nos dimos cuenta de que no había otros que hicieran este tipo de productos. Él tiene un trabajo aparte, así que se organiza según sus horarios”. En el caso de Gaby, suele utilizar la mañana para pintar pero “lo realiza con tanto placer, que no le pesa como si fueran horas de trabajo”.
Supe que debía hacer algo que realmente amara, que fuese una gratificación constante
La elaboración de las lámparas
La lista de productos intervenidos artísticamente que ofrecen es amplia, pero su principal creación son las lámparas. Para su realización consiguen una botella o frasco de vidrio, siempre reciclado, le hacen el diseño con la pintura en relieve y luego lo pintan con laca vitral. “Cale suele hacer la base de madera y la instalación eléctrica. Además, le grabamos alguna frase en la parte inferior para darle un toque más especial”, explicó Gabriela y agregó: “Me gusta pintar con la temática del universo, animales, el mar, mandalas y muchos colores”.
Para difundir su arte asisten a ferias y utilizan redes sociales como su cuenta de Instagram: https://www.instagram.com/yuleartereciclado/
“Debemos hacer lo que realmente nos apasiona, no tenemos la vida comprada y en cualquier momento pasan cosas que nos sacan de la estructura. Todo lleva su proceso y, cuando se toma la decisión final, te das cuenta de lo que significó. Las lámparas traen luz cálida que ambienta y transforma los espacios con colores. Creo que tiene que ver con los cambios que realicé en mi vida”, reflexionó la entrevistada.