miércoles , 3 julio 2024
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Berduc: un imprescindible en la historia ciudadana

Fotografía perteneciente a la colección del Museo Histórico de Entre Ríos, en la cual se aprecia parte del Parque Escolar E. Berduc y alrededores en 1929, año de su inauguración.

Integrante de una generación de personalidades entrerrianas que descolló en diversos ámbitos, Enrique Berduc fue un destacado político. Su tarea se proyecta y agiganta a través del generoso legado que dejó para escolares de la provincia a través de donación de predios al Consejo General de Educación. Entre ellos se encuentra el actual parque deportivo escolar.

Griselda De Paoli
Especial para EL DIARIO

Aunque los lugares con nombres propios frecuentemente pasan desapercibidos, no solo son útiles para identificar y localizar los sitios en que se desarrolla cualquier actividad humana, sino que  además son parte de nuestro patrimonio cultural.
La toponimia urbana es una marcación que fija una impronta histórica, simbólica o cultural y no es una cuestión menor. El conjunto de nombres propios que contiene conforma un sistema de referencias dentro del entorno que habitamos y particularizan  por ejemplo elementos naturales –la bajada de Los Vascos-,  o una construcción  – el palacio Bergoglio-,  un espacio público –el parque Urquiza-  el Parque Berduc – .


El paso del tiempo y el contacto habitual con esos espacios, hace que la ciudadanía los naturalizamos a tal grado, que pasan desapercibidos y se vacían de significado para los habitantes de la ciudad.
Revisando en la prensa las referencias al Parque Berduc, pueden hallarse numerosos artículos y notas ponderando su remodelación, su refuncionalización,  la pileta olímpica, el piso artificial olímpico, los reclamos desde el punto de vista ecológico y  la inversión. Sin embargo, en ninguna de las notas se hacía referencia alguna a que no habría nada sobre lo que seguir construyendo sin la generosísima donación realizada en vida por Enrique Berduc. Tal vez  porque semejante gesto, hoy  resulta difícil de concebir.


Berduc había nacido en Paraná, cuando ésta ciudad era capital  provisoria de la Confederación Argentina y fue uno de los tantos ilustres entrerrianos formados por la propia voluntad y por el propio esfuerzo.
Realizó sus primeros estudios en  la escuela particular de don Vicente D´Argencio y don Francisco Martínez y luego los  secundarios en el colegio Paraná, fundado en 1867. Trabajó como dependiente en la firma comercial de Arigós y Mernes, pero para los quince años  ingresó a la empresa del señor Jorge Suárez, empresario que aportó al progreso de nuestra ciudad con  la primera línea de tranvías (1873), y luego se enroló como soldado de infantería de la Guardia Nacional, durante el sitio de López Jordán. Después del último movimiento jordanista volvió al trabajo  en el comercio de Don Rodolfo Alurralde y realizó sus primeros ensayos en el periodismo colaborando en El Demócrata.

DESTACADO FUNCIONARIO PÚBLICO

En 1879 ocupó una banca de diputado provincial, y diez años después  el vecindario lo llevó a la presidencia municipal cumpliendo una de las labores más fecundas que registra la historia de la ciudad. Desde esa función trabajó incansablemente para mejorar Paraná en todos sus aspectos  -con acciones de las que en varias ocasiones hemos hablado en este espacio-, marcando su carácter dinámico y emprendedor  y su mirada proyectiva en relación con el crecimiento de la capital provincial. Su intensa actividad pasa luego al orden nacional retornando en 1903 como Convencional Constituyente de la Provincia y vuelve a ocupar un cargo en la Nación desde 1907 como  Director del Banco de la Nación Argentina. En 1914 da por terminadas sus actividades oficiales y se dedica al ámbito privado.


Al morir en Paraná dejó un testamento digno de sus virtudes y de su espíritu generoso, cuyo texto fue fijado como lección en las aulas escolares, nutrido todo él de severos conceptos morales. Legó su fortuna al Consejo General de Educación.
En el primer aniversario de su fallecimiento se lo recordó con clases alusivas a su obra cívica y humanitaria. Ese día, delegaciones escolares y autoridades llevaron ofrendas florales a su tumba. Pocos días después se inauguró, en Paraná, el parque escolar que lleva su nombre, construido en terreno y con recursos que él donara en vida. Con la renta de los bienes que dejó se organizó la Fundación Berduc que provee de ropas  útiles a los escolares pobres de la ciudad.
Leandro Ruiz Moreno, en su síntesis biográfica, dedica una buena parte de la misma a señalar sus impulsos generosos y sus sentimientos de humana solidaridad, señalando  que la puerta de su casa estaba siempre abierta para los necesitados  con silenciosa discreción.
“Como filántropo, presenta numerosas facetas. Conocedor de los problemas de la niñez en la gran urbe, apoya a William Morris en su conocida acción educadora y también es benefactor de otras instituciones donde actuaron como maestros, gratuitamente, los doctores Don Antonio Sagarna y Don Humberto Pietranera, caracterizado vecino de Paraná.”
Hizo también un aporte al Colegio Nacional de Pilar,  Pcia. de Buenos Aires, que había fundado con otros amigos, para que se levanten las instalaciones deportivas, asignó becas que él costeaba, aportó a la solución de situaciones de emergencia.

LEGADO

Pasada ya su madurez, volvió a la  ciudad natal para morir en ella. La experiencia recogida a lo largo de su fructífera vida, le hizo pensar en la distribución final de su fortuna. En sus constantes reflexiones y consultas, fue elaborando el proyecto de crear la fundación que habría de beneficiar a los escolares de Paraná. De esta manera, su dinero ganado honestamente, en su mayor proporción lo legó al Consejo General de Educación de Entre Ríos, disponiendo que el único bien que no debía enajenar fuera la fracción de campo de 600 hectáreas, ubicado en El Espinillo. Había destinado la misma  a un parque escolar u otra institución similar, apropiada a fines didácticos, debiéndose conservar íntegro el escenario natural.
En esta valiosa  parcela, actualmente están el Parque General  José de San Martín y La Colonia de Vacaciones Enrique Berduc.
La Colonia de Vacaciones levantada en el campo ubicado en el Distrito Espinillo lleva su nombre, así como el Parque Escolar situado en calle Salta y San Lorenzo, en nuestra ciudad, inaugurado en 1929 sobre un terreno que Berduc había donado, erigiéndose este en lugar de diversiones y prácticas deportivas para niños, con recursos que entregó en vida”.

Para conocer más

-Ruiz Moreno, Leandro. Síntesis Biográfica de Don Enrique Berduc. Ministerio de Educación. Dirección de cultura. Museo Histórico de Entre ríos “Martiniano Leguizamón” 1952

-Vásquez, Aníbal. Dos siglos de vida entrerriana 1870-1930. Anales y efemérides. Paraná. Pcia de E. Ríos. Min. De Educación. Biblioteca Entrerriana “General Perón” 1950”

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